Nada.
En lo absoluto.
Nada.
Abrázame.
Intenta hacerme sonreír.
Intenta amarme.
Nada.
En el vacío,
en la realidad,
con la verdad.
Asume un posible descalabro.
Busca un pañuelo,
busca mi cuaderno.
Guarda todo en mi bolso,
y vete.
Mira,
a lo lejos,
donde termina el horizonte.
¿Lo ves?
¿Sí?
Yo no.
No trates de encontrar en mí lo que falta en ti,
eso no quiero,
eso no busco.
No trates de ofrecerme lo mejor de ti.
Déjame tomar por necesidad,
en mi momento,
a mi ritmo.
Amiga muerte,
acabas con mi vida.
Amiga vida,
te vence tu hermana:
la muerte.
Y tú,
dama oscura,
me has asesinado.
Y nada.
En lo absoluto.
Nada.
Un parpadeo
débil,
incapaz.
Una sombra
bajo mis ojos,
espesa,
profunda,
llena de odios.
Una lágrima,
apestosa y dulce,
se pierde,
se olvida.
