Todo empezó un día... Lógicamente

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[Narra Luna]

El frío me cortaba las manos, sentía dolor en mi pecho y la gravedad de la tierra, pronto pareció mucho más atrayente que de costumbre. Mi respiración era costosa y entrecortada y la nieve calaba mis botas, sentía que me iba a desplomar sobre el suelo de un momento a otro... Dolor... Mucho dolor me invadía por dentro, cada vez se hacía más visible al ojo humano... Al ojo destructor. No podía seguir, mi cuerpo no daba a basto...

Una luz verde se divisaba a lo lejos, ya había empezado a delirar, no era real, esa luz de esperanza no podía ser real... No podía... Sí, sí que podía.

- A-a-a... - mis palabras no salían de mi boca, todo me daba vueltas, empecé a oír risas por todos lados - ayuda... - cuando por fin la cortada voz salió al exterior, me di cuenta de que una ráfaga de viento venía hacia mí, de manera que me tragué mis propias y débiles palabras.

Tropecé con un bulto sobre la gruesa capa de nieve, no veía nada, me caí y perdí el conocimiento.

"Sin sentido... No hay sentido... Sentido... Resentido..." Palabras carecientes de lógica me hablaban desde un lejano lugar... Pero, ¿de dónde?

- ¡Arg! - grité, me levanté de un respingo.

- ¡Ah, por fin despiertas! - un chico, al lado de una chimenea me miraba fijamente, con una sonrisa amistosa.

- ¿¡Quién eres!? - pregunto desconcertada - ¿Dónde estoy? -, pero pronto mi pregunta es respondida por estanterías llenas de libros, una ardiente chimenea y una alfombra que sostenía el sillón sobre el que me encontraba.

- ¡Soy Kaitso! - me tiende una mano - ¡Encantado!

- ¿Y ella? - digo, señalando el bulto en el sofá de al lado mío, ignorando su mano tendida

- ¡Ah! No sé, estaba justo debajo tuya cuando te encontré en mitad de la carretera, no me pareció justo recogerte a ti y no a ella.

Dos personitasWhere stories live. Discover now