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《Narra Rayis》

Estaba sentada en mi cuarto, cuando Brenner, o como quiere que lo llame, "Papá" entra, haciendo que me sobresalte.

-Twelve, necesito que me ayudes, hoy será un gran día. Hoy, vamos a hacer historia.

-No- me negué rotundamente-. No voy a lastimar a nadie- dije.

-Oh, claro que no. No hay por qué lastimar a nadie.- dijo de una manera dulce e hipócrita que me repugna-. Por ahora sólo quiero que practiques, despues conoceras a una muy buena amiga mía, la cual te va a ayudar a hacer historia.- dijo con una sonrisa tierna, aunque sé que por dentro sólo es una sonrisa macabra.

-Te odio-dije-. Un día saldré de aquí y te mataré.- dije y sentí un fuerte dolor en mi cuello. Maldito. Me dió una descarga electrica por medio del collar.

-Vamos- dijo encaminandose a la puerta, pero al ver que no lo seguia dijo-. ¿quieres otra descarga? Esta vez no me voy a contener.- amenazó. Imbecil.

Me encaminé con él a practicar con mis poderes. Cuando llegamos a la sala en donde comunmente practico, me senté en la silla y miré en la mesa, había una foto de un hombre.

-¿Ves a ese hombre?- dijo y asentí-. Necesito que me digas donde está y me digas cada una de las palabras que está pensando.- dijo y asentí. Me concentré lo más que pude para encontrar a ese hombre y escuché cada una de sus palabras, cada una repetida una y otra vez por un estruendoso eco.

-Avion, animal, abeja, taza, radio...- comencé a repetir y sentí un liquido recorrer mi nariz. Estaba sangrando-. El hombre está en una habitacion blanca, leyendo en un papel las palabras mandadas por ti, Brenner.

-Impresionante. Ahora, necesito que me sigas. Es hora de practicar con tu otro poder- dijo y largué un suspiro de fruatracion, esto es realmente aburrido y horrible.

Quisiera poder salir al mundo real, sólo lo he visto por medio de los recuerdos de los guardias o de Brenner, pero se ve muy bonito y... libre. Desearia ser libre, y sé que lo seré, tal vez no hoy ni mañana, pero algún día lo seré y tendré una adolescencia normal. Tal y como la mayoria de aquí, sólo que yo jamás me convertiré en alguien como ellos.

-Ahora, Twelve, quiero que hagas que esa lata- dijo y señaló una lata-, se teletransporte, donde tu quieras, pero hazlo.- ordenó y tuve que obedecer si es que no queria otra descarga, aunque, claro, no por medio del collar pues me lo habían sacado para que pudiera usar mis poderes.

Comencé a concertrarme en la lata y en que desapareciera, y así lo hizo, poco a poco, iban particulas desprediendose de la lata, me concentré en que pasara aun más rápido y así lo hizo. Hasta que finalmente estuviera frente a Brenner, el cual estaba en otra habitacion, observando todo por medio de una camara.

-Alucinante- exclamó Brenner, vino hasta mí y dijo-. Hora de conocer a mi amiga.- y me tomó del brazo para conducirme a donde fuera estuviera su "amiga", no sin antes ponerme el collar para evitar que intentara escapar o algo.

Al llegar, me percaté que no era una habitación como las de siempre, sino que era mucho más grande, además tenía una especie de tubo en el centro.

-¿Qué es eso?- pregunté.

-Ya lo verás- respondió y bufé, seguramente será para seguir experimentando-. Vigilenla, iré a buscar a la otra.- ordenó a los guardias.

Me tiré al piso, sentandome, esto es tan irritante. Ugh.

-Niña, levantate.- ordenó un guardia a lo cual obedecí. Idiotas. Son tan cobardes que necesitan evitar mis poderes para sentirse a salvo. Pero un día lo romperé... y los mataré.

Levanté la mirada y vi a Brenner caminar con una chica, esta tenia cabello castaño rapado, ojos cafés y era de mi estatura, estaba usando un traje bastante raro a mi parecer pero no le tomé importancia a eso.

-Bueno, las presentaré- dijo Brenner-. Ella es Eleven- dijo señalando a la niña- y ella- dijo esta vez señalandome a mí- es Twelve.

La hermana de Eleven (Will y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora