Termino de remarcar los bordes de mi pintura con un carboncillo fino y me inclino hacia atrás para ver el resultado final; un conjunto abstracto de figuras geométricas rellenas de pequeños círculos. Asiento con aprobación y agarro el pincel más cercano para escribir la fecha, lo remojo en color carmesí y le quito el excedente.
"Hey" alguien tira suavemente de mi gorro navideño.
Despego la mirada de la esquina de mi lienzo y levanto la cabeza, ubicando a Loki parado frente a mí. Le dedico una sonrisa ocupada y regreso a mi trabajo. Él se sienta junto a mí en uno de los usados bancos vintage del colegio, mirando hacia mis pantalones negros.
"¿Se te perdió algo ahí abajo?" Mascullo con diversión, inclinándome hacia la mesa por una tabla.
"Todo bien" se apura a contestar "solo apreciando las manchas de tu ropa"
Sonrío y regreso a mi lugar, acomodando mi cabello en una coleta. Mi ropa está completamente limpia.
"Entonces" digo, sujetando con un pincel entre los dientes "¿qué te trae por este lado?"
Lo escucho moverse de su banco y en un segundo siento su presencia detrás de mí, en silencio.
"¿Volví a quedarme con tus pinceles?" continúo "¿O quizá te satisface criticar mis obras de arte?"
Loki contiene una risa y vuelve a su banco, acercándolo un poco más; aún sin emitir palabra.
"¿Debería preocuparme?" abro los ojos dramáticamente mientras escribo mis iniciales en la base de la pintura "¿Vas a robar mis productos?"
Él finge también estar asustado y lo veo de reojo negar con un gesto, quedándome fascinada unos segundos por la suavidad con que su rebelde cabello negro baila y enmarca sus duras facciones. Trago saliva con dificultad y me obligo a dejar me mirarlo, volteando el cuerpo ligeramente hacia el lado contrario.
"Ya terminé mi trabajo" se encoge de hombros.
Asiento sin confiar en que me salga la voz y recojo distraídamente las mangas de mi viejo suéter negro para no mancharlo con el abrillantador.
"Hey" él frunce el ceño, tratando de llamar mi atención.
Levanto la mirada con el cuerpo torcido en un ángulo extraño para alcanzar el envase y espero a que termine su oración, consciente de que no estoy en una posición segura.
"¿Qué es?" inquiero, comenzando a deslizarme por la orilla del banco.
Él sacude la cabeza y mira por la ventana, pensando en lo que supongo dirá. Ruedo los ojos y repentinamente me tenso en mi lugar, sintiendo al resto de mi cuerpo ceder ante la gravedad.
"Demonios" mascullo al caer duramente sobre el mármol lleno de pintura seca.
Loki regresa su mirada hacia mí y parece sorprendido un momento.
"¿Qué haces ahí abajo?"
"De paseo" Lo miro mal.
Él sonríe y recobra la compostura, acomodando el cuello de su camisa blanca. Me quedo un momento con la vista fija en la tersa piel de su abdomen que asoma cuando se encorva para estar un poco más cerca de mí y me tengo que recordar que no es para mí, que ya tuve mi oportunidad con él y la desperdicié de la forma más estúpida. Al recordarlo me dan ganas de morderme la lengua.
"¿Y qué tal te está yendo?" pregunta.
Un escalofrío me recorre la espalda y siento el impulso de golpearlo por lo guapo que es.
"No me quejo" murmuro, aunque quiero decir todo lo contrario.
Alcanzo el bote y me levanto, me acerco a mi caballete y volteo hacia él, observando rápidamente la expresión nerviosa que tiene mientras mira hacia la puerta del salón. Es la misma que tenía cuando me llevaba a visitar a su familia y le daba vergüenza que viera a su hermano aventando juguetes en forma de rayo por toda la casa.
"¿Estás bien?"
Con la vista aún en la puerta, asiente y no lo presiono. Asiento de regreso, aunque sé que no me está viendo, y retomo mi lugar cerca del caballete, esperando a que me diga algo. No me importa si me cuenta sobre sus sueños lúcidos, sobre las peleas que tiene con su hermano o sobre sus teorías de las hormigas; me basta con estar con él, con escuchar su voz. Lo extraño más de lo que quiero admitir.
"Yo, ehm, quiero decirte algo" Loki me está mirando cuando volteo a verlo. Y no solo me está dirigiendo la mirada, está clavando sus ojos en mí, como si quisiera ver algo más allá "En realidad he estado pensando en esto desde hace unos días y pensé que hoy es un buen día para hacerlo..." murmura.
Noto que parece realmente incómodo mientras habla, pero no despega su vista de mi rostro. Se me acelera el pulso conforme habla.
"Solo quiero preguntarte..." hace una pausa y me regala una de sus sonrisas misteriosas "¿Te gustaría ir a cenar conmigo?"
