Satoru Gojo cree que Suguru Geto es como el otoño.
❝Así es como se siente el otoño...❞
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➪Créditos al artista del fanart utilizado para la portada.
➪ One shot satosugu inspirado levemente en la canción "this is what autumn fe...
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El amor era... extraño, tal vez misterioso e impredecible. ¿Cuántas veces no había escuchado esa palabra sin siquiera tener un significado claro de la misma?
Amor.
¿Qué era realmente el amor? ¿Era un misterio que habitaba en la lejanía de la existencia? ¿O tal vez un misterio de liberadas ataduras del cielo? Satoru Gojo no lo sabía, de hecho, nunca había tenido claro ese concepto, y en el fondo, se negaba rotundamente a comprender su significado.
En ocasiones, Satoru se preguntaba si eso se debía al hecho de haber crecido corriendo completamente solo por los largos pasillos de su hogar, sin alguien que le hiciera olvidarse de sus responsabilidades, ni amigos que pudiesen mantener su mente ocupada de aquel indefectible destino.
Algo era claro: él era el más fuerte. Satoru había entendido eso desde que tenía memoria. Había sido bendecido con el poder de los seis ojos, y parecía que eso era suficiente para que el resto de las personas lo trataran como un Dios.
Claro, eso fue antes de haber llegado a la preparatoria de hechicería, antes de haber conocido a sus compañeros de clase, y antes de haber visto por primera vez a Suguru Geto.
Satoru todavía intenta comprender cómo es que ocurrió, como es que de repente sintió la necesidad de hablar con ese chico que podía controlar maldiciones con un simple movimiento, o que podía ofrecer un reñido combate cuerpo a cuerpo. En un principio, no supo si Suguru o Shoko lo conocerían, si sabrían quién estaba frente a ellos por el simple hecho de escuchar el nombre de "Satoru Gojo" (tal y como solía ocurrir con el resto de la sociedad de hechiceros), pero, aun así, Gojo no se limitó a esperar una reacción de su parte.
No le interesaba, en realidad, era mejor para él.
Suguru Geto no lo veía como el resto de las personas... y eso le gustaba. Ambos eran fuertes, capaces de arrasar con todo a su alrededor.
A día de hoy, después de extensos días uno al lado del otro, estudiando a la luz de la luna y realizando misiones que parecían interminables, a Satoru todavía le cuesta comprender cómo es que ocurrió, cómo es que de repente se sintió atraído por quien llamaba su "mejor amigo".
¿Tal vez fue la vez en que los dos pasaron la noche despiertos, hablando de todo y de nada a la vez? ¿O quizás fue la vez en la que Suguru permaneció con él ante su fuerte dolor de cabeza? En ocasiones, Satoru se pregunta si ocurrió cuando lo vio por primera vez con el cabello suelto, o cuando propusieron compartir fondos de pantalla. No tiene claro cómo es que ese sentimiento creció, cómo es que de repente comenzó a desear sentir su mano en la suya, o simplemente sentir su calidez.
