Capítulo 1

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Papyrus llevaba gran parte de la mañana buscando al inútil de su hermano, estaba realmente cansado de siempre encontrarlo holgazaneando por cualquier lugar del Underground, no le importaba nada más que estar de haragán, cosa que realmente incomodaba a Papyrus, no lo detestaba ni mucho menos, pero siempre le tenía el alma en vilo y eso prácticamente le sacaba de sus casillas, de por si tenía muy poca paciencia, su hermano lograba acabar con ella con cada pequeña acción, pues si no era cuidadoso, con un solo rasguño que se hiciera podría perderle para siempre.

- ¿En dónde está ese estúpido costal de huesos? - preguntaba cuando llegó a su puesto de vigilancia y no lo encontró por ningún lado.

Colocó la mano en su barbilla, si conocía a Sans estaba haraganeando en alguna parte del Underground, un lugar en el cual servían esos condimentos que siempre le atraían, un lugar al que le había prohibido ir ya que no confiaba mucho en aquella cerilla; un lugar que no quería volver a pisar.

- Grillby's... - bufó molesto, era típico de Sans perderse las horas de trabajo en su puesto de centinela en aquel lugar donde, si bien podría encontrar valiosa información, Sans solo iba a contar una que otra broma.  Aún recuerda el incidente con su colmillo y lo preocupado que estaba todo el tiempo porque no cayeran a cero sus puntos de salud.  

Aún así, todo se arreglo con una visita a Alphys quien, si bien no pudo recuperar la pieza original, le consiguió una pieza de oro, por lo menos su mordedura estaría completa y no se desequilibraría más de lo que ya estaba su mente; todos los huesos de los esqueletos son importantes, la falta o fractura de estos provocan el cambio en el temperamento y salud del propio esqueleto; el ser los únicos que quedaban no ayudaba en mucho para saber las consecuencias que podrían acarrearles, toda la información que tenían a la mano se encontraba en un libro que el antiguo científico del rey, Dr. G, había escrito por si "alguien" encontraba a sus "creaciones".

Caminaba a grandes zancadas, bufando y maldiciendo molesto, si llegaba a encontrar a Sans dormido otra vez dentro del local él iba a...

- ¡Repítelo de nuevo! - escuchó de pronto la voz de Sans desde la calle, sonaba bastante molesto, también había hablado en un tono de voz tan alto que se sorprendió, no era típico de Sans perder el control de tal manera que necesitara gritar furioso para poder expresarse.

- Ya te lo dije, Papyrus es un imbécil y tú, un imbécil mayor por obedecerlo. - se escuchó en el mismo tono de voz, le estaban insultando otra vez, no era raro, muchas personas en el Underground deseaban su posición y los privilegios que el título traía consigo.

- Eres un hijo de... - la voz de Sans estaba más que molesta, era simple, no le agradaba que alguien más insultará a Papyrus, ese niño que con tanto sacrificio había sacado adelante, era simplemente molesto saber que alguien osaba poner en duda su nombre, sus agallas y su ferocidad; así era, si Papyrus era temible, Sans rayaba en la locura, aunque siempre procuraba mostrarse ecuánime ante los disturbios, no le importaba que lo insultaran o maltrataran a él, pero a Papyrus, nadie lo tocaba.

Precisamente por eso había creado un patrón de huesos en blanco y rojo para hacer que aquel blasfemo terminará lesionado, atravesando con su cuerpo el ventanal del establecimiento; Papyrus se quedó un minuto esperando, tenía curiosidad de ver la cara furiosa de su hermano, misma que rara vez podía presenciar; allí se encontraba entre trozos de cristal roto, con el rostro ensangrentado y el cuerpo maltrecho por aquel ataque el monstruo que le había insultado, simplemente asombroso, pensó por un momento Papyrus, estaba un poco impactado y a la vez asustado de lo que pudiera suceder a continuación, bastaba con que Sans se distrajera un poco, solo un poco para poder lastimarlo y así acabar hecho polvo; sin embargo, tiene curiosidad, quiere saber hasta que extremo es capaz de llegar Sans por salvaguardar su reputación y su nombre.

Cambio de rolesWhere stories live. Discover now