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Estaba harto, nunca más iba a volver a esa casa, tomo algunas de sus pertenencias y las echó en su fiel mochila, esa que ocupaba hasta para ir al instituto.

Salió rápidamente ignorando aquellos gritos que le pedían que volviera, pero el jamás lo haría, tomó su celular y llamó a uno de sus amigos

Hola?—contestaron rápidamente en la otra línea

—Chan, voy hacía allá, me harté de esta situación—habló entrecortadamente debido a las lagrimas que comenzaron a caer por sus mejillas

—tranquilo, todo estará bien minho, te esperaré con comida y me cuentas, bien?— respondió tranquilamente el rubio y luego de recibir un sonido afirmativo cortó.

Por mucho que se lo dijeran, no iba a poder calmarse, no cuando recibió todos esos comentarios ofensivos de parte de los que hacia llamar padres, esta enojado, triste, se sentía impotente, al recién, después de 15 años haberles echo frente y defender sus sueños.

Nadie entendía que bailar era su pasión, con ello demostraba fielmente sus sentimientos,muchos profesores de distintas academias de baile lo felicitaron e incluso ofrecieron becas, pero debido a sus padres tuvo que rechazarlas.

Y se arrepentia mucho de eso.

Solo sus amigos pudieron entender esa afición al baile, esa necesidad que tenía de demostrar lo mejor de si mismo, y estuvieron apoyándolo fielmente en todos sus pasos y decisiónes, aunque uno resaltaba entre todos ellos

"Jisung"

Demonios, el tan solo pensarlo su corazón de aceleraba de una forma extraordinaria, el castaño fue el primero en apoyarlo, en darle un empujón hacia sus sueños, gracias a él  encontró a los demás, sin él, maldición, sin él ahora estaría perdido, sin él nunca hubiera atrevido a aceptar esa beca de baile, ahora mismo seguiría estando con sus padres recibiendo los mismos comentarios repugnantes acerca de bailar, el seguiría quedándose callado sin decir nada tragandose y creyéndose aquellas palabras que decían sus padres.

Siguió caminando hasta que estuvo frente al edificio donde vivían chan y los demás, entró rápidamente sujetando firmemente si mochila y luego de hablar con la señorita de recepción se dirigió al ascensor y presionó el piso correspondiente, mientras secaba las pocas lagrimas que seguían en sus ojos.

Al llegar tocó la puerta y a los segundos estaba envuelto en un abrazo de oso de parte de jisung, dejándolo shock, aunque a los segundos se lo devolvió y escondió su cara en el cuello del castaño.

Jamás se lo iba a decir, pero, el perfume de jisung era su perdición, amaba como el olor se concentraba mas en su cuello haciéndolo su lugar favorito,inhalo profundamente y logró calmarse, estuvieron así unos segundos mas hasta que se vio obligado a romper el abrazo.

—Vamos, te estábamos esperando—tomó la mano del pelinegro y luego de cerrar la puerta lo guió hacia la sala de estar.

—Minho hyung!—saludó alegremente jeongin

—Hey pequeño,¿Que tal la escuela?—acarició los cabellos del menor

—Un asco sinceramente, quiero vacaciones—hizo puchero

El mayor río por las palabras del menor y negó lentamente mientras se sentaba en uno de los sillones siendo seguido rápidamente por su castaño favorito, esperaron unos minutos hasta que llegaron todos finalmente.

—Bien, cuéntanos, ¿tan mal fue?—preguntó cuidadosamente felix

—Se enteraron de que acepte la beca de baile a escondidas de ellos, e intentaron cancelarla—murmuró poniendo mis codos en sus muslos de forma que sus manos taparan su cara.

¡No Somos Amigos! (Stray Kids/ Minsung~)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora