Soffie

26 0 0
                                    

Miro la puerta por donde voy salir, negra y de metal, muy pesada. Estos días no ha entrado mucha luz por estrellas; no se a quien se le ocurrió la idea de llamar a las ventanas estrellas, pero me encantan, aunque podrían tener forma de estrella en vez de ser cuadradas.

Nunca me ha gustado vivir en este lugar. Encerrada en este hoyo. Nos hablan de arboles y de animales salvajes y ni siquiera hemos tenido la oportunidad de ver ninguno. Nos hablan de buscar vida pero ni siquiera nos explican que es para ellos la vida. Si se esperan que busquemos una cárcel como esta de mi no recibirán ninguna ayuda, esto no se puede considerar vida.

- Esto simplemente es una completa mier-

- Soffie. -

Oigo mi nombre desde la esquina opuesta del gimnasio. Nos tienen muy vigilados, ni siquiera me ha dado tiempo de llegar hasta la puerta. Giro la cabeza y saco una sonrisa incómoda esperando a que simplemente el dirigente Astor me salude amablemente y se vaya por donde ha venido.

- Hola Soffie, ¿donde estas yendo? Sabes que no has acabado la practica, ¿no?- dice con voz tranquila y pasiva. Él ya sabe la respuesta. No la he acabado, y tampoco tengo ganas de hacerlo.

- Sólo quería salir un momento para tranquilizarme un poco, señor. -

- De acuerdo, pero no tardes. - se espera para a que yo de media vuelta y salga por la puerta, mira que haga lo que se espera de mi. Aun en el momento en que mis manos toman contacto con el frío metal se que me sigue mirando.

Cierro la puerta detrás de mi y dejo que mi mente se escape. La rabia rebosa a través de mis venas. Me quedo parada debajo de una de esas estrellas y dejo que me inunde el calor de los pocos rayos de sol que tienen el valor de quedarse encerrados aquí dentro. Levanto la cabeza y cierro los ojos. Las pequeñas plumas de mis sienes se erizan. Adoro esta sensación. Se que estas plumas alrededor de mis ojos no son la cosa más bonita del mundo, y tampoco la más normal. Todo el mundo nos mira, me miran, como si fuera una bendición ser como somos, pero es una verdadera tortura.

- ¡Soffie! - alguien corre hacia mi - Soffie - dice mientras corre, con respiración lenta y costosa.

Bajo la cabeza y abro los ojos despacio, dejando que la realidad cale mis huesos y duerma mi desesperación.

- ¿Porque te tomas todo esto tan en serio, Jackson? - digo sin ni siquiera levantar la cabeza cuando noto su cuerpo cerca.-

Aun con la respiración entrecortada, Jackson dirige la mirada más allá de mi. Considera que soy una paranoica al desear tener una vida real, no un sucedáneo en el que ya no necesito hacer planes ni tomar decisiones, pero a él eso le encanta.

- Tienes que entender que hemos nacido para esto - dice mirándome como si le doliera. Esta no es la primera vez que me dice esas mismas palabras, y no creo que sea la última. - debemos...

- ¡No debemos nada, Jackson! Nos crearon para esto. - ahora le miro directamente a los ojos. - yo no he escogido esto, ninguno de nosotros, y...- sale un suspiro de rabia e impotencia de lo más profundo de mis pulmones. Un último suspiro antes de apartar la mirada y darme por vencida. He luchado esta misma batalla demasiadas veces, y siempre termina de la misma manera: conmigo aun aquí.

Me quedo callada durante unos segundos. Ahora tengo la mirada perdida y puedo notar como la fuerza se escapa de entre mis manos, ella también está cansada de todo esto. Este silencio intenta purificar de alguna manera todos estos pensamientos que simplemente me provocan mal de cabeza.

Jackson me abraza.

- Vamos a casa.

- Aun no he acabado la practica.

Lo que las estrellas nos dejen ver.Where stories live. Discover now