〖¿Quién soy y cómo me siento al respecto?〗

Una flor

No sé, no sé realmente quién soy. Soy aquello que odio y al mismo tiempo intento ser aquello que me gustaría ser, de forma natural y sin imposiciones. Imito. Veo a una persona actuando natural y felizmente, y de inmediato quiero ser como ella. Entonces le observo. Si hace tal cosa, la hago yo también; inconscientemente, casi como una admiración. Pero eso me hace sentir vacía. Al cabo de un tiempo soy la mezcla de muchas personas, pero nunca yo misma. No soy mi yo natural, soy la copia y entremezcla de diferentes personalidades.

Entonces no soy nada más que un reflejo infeliz de personas que actúan aceptándose a sí mismas, a pesar de lo que puedan llegar a pensar los demás. ¿Cómo me siento al respecto, entonces? Al final del día, me siento hipócrita y falsa, una mentirosa sin remedio que busca imitar para sentirse libre, cuando lo que hace sólo le aleja de eso. Triste, perdida. Termino odiándome más que al principio. Pero como si se tratase de un círculo vicioso en donde no puedo deshacer lo que hice, sino seguir avanzando, y me pierdo más en aquel vorágine confuso y la visión de "mi misma" se va volviendo un borrón y se marchita.

Al final del día, soy una flor de plástico en una florería de ramos aparentes, donde sólo las flores verdaderas son las más bellas y preciadas y en donde las demás, nosotras, las de plástico, que fuimos cegadas por lo que creímos que era lo correcto, pasamos desapercibidas y nadie nos aprecia más de la cuenta. Yo y aquellas flores de plástico somos reemplazables. ¿Por qué? Porque nos distorsionamos y ya no valemos nada. Nos convertimos en una pieza más del juego. En un peón inservible. En el gris de una persona binaria que sólo cree en el blanco o en el negro.

Entonces...

Soy una existencia indefinida que está corrompida por un desliz y que ya nunca más va a volver a ser auténtica, porque se perdió en el juego de la falsedad y la apariencia.