Aterlía

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Era una noche tranquila y en lo más recóndito de un bosque se podía escuchar el sonido que hacían algunos insectos, las exóticas plantas que lo rodeaban eran fascinantes, el cielo estaba totalmente iluminado por hermosas estrellas y la atmósfera era muy sombría. El viento golpeaba suavemente las mejillas de un niño que con su inocencia exploraba las maravillosas criaturas que habían en tal laberinto de árboles, es lo que parece ser la entrada del bosque. Ante la mirada de el niño era algo deslumbrante, pero, mientras iba caminando el ambiente se hacía cada vez más escalofriante, ya que los árboles empezaron a marchitarse y había animales terroríficos.

En ese mismo instante el niño intentó huir de ese lugar pero el camino había desaparecido ahora solo había árboles gigantes que parecían un muro, al niño no le quedó de otra que continuar con su recorrido, cuando caminaba tropezó sobre una planta que era venenosa, esta hizo que su brazo se empezará a tornar de un tono morado por el dolor el niño empezó a llorar, no parecía su brazo de lo hinchado que estaba, en ese preciso momento vio una figura femenina al fondo, a la cual la neblina no dejaba ver con exactitud, el niño corrió hacia ella pensando en que era su salvación pero cuando estaba cerca, unas ramas con espinas alrededor se movieron y empezaron a cubrir sus pies quitándole la movilidad y dejándole heridas profundas que hicieron sangrar al niño, él vio que esa tal figura se empezó a acercar, cada vez que pisaba se podían oír las hojas deshidratadas del suelo crujir, se notaba algo temerosa y ella con una voz muy agresiva exclamó -¿Qué haces aquí?, ¿quieres destruir lo único que me queda? como siempre lo has hecho, utilizar a la naturaleza como te convenga sin pensar en el mal que haces, ¿no es cierto humano?-. el niño asustado empieza a llorar y dice entre lágrimas -no sé realmente cómo llegué aquí, ¿porqué me dices eso?... ¿acaso yo tengo la culpa?-él se sonó la nariz para respirar agitadamente- perdóname si he hecho algo malo por favor en verdad no vine a hacerte daño-. Ella al verlo así hizo que las ramas que lo tenían inmóvil se dispersaran entre tantas hojas secas que había en el suelo, curó su brazo en estado de putrefacción y retiró las espinas que se encontraban hundidas en la piel de los pies del niño, ella era simplemente hermosa, su piel era blanca como un copo de nieve, sus ojos eran verdes con un poco de café, su cabello era ondulado y en él había una tiara de flores con ramas y su vestimenta era hecha de hojas espléndidas con pétalos de flores del cerezo, él niño le agradece y ella empieza a hablar con él -me llamó Aterlía -exclamó con una voz cálida y suave- me dio pánico ver de nuevo a un humano, pero veo algo en ti que es diferente, es como una corazonada que me da y sé que puedo confiar en ti, aunque no quita el hecho de que tu gente haya matado la mayoría de seres que yo creé, eso me hace sentir en verdad mucho miedo y tristeza, quizás luego sea yo a la que ustedes quieran eliminar, poco a poco me van haciendo daño y no se dan cuenta de que están destruyéndose a sí mismos como a nuestro al final solo podrán hacer cosas artificiales para poder sobrevivir- suspira y en su mejilla se logra ver una lágrima caer, el niño la abraza y dice- ya no hay nada que hacer, ya es muy tarde, ellos seguirán destruyendo este mundo sin darse cuenta-.

Repentinamente él despierta de lo que al parecer fue un sueño, mira somnoliento a su alrededor y logra ver que se encuentra en un hospital, una enfermera vio que despertó y de inmediato llamó al doctor para que pudieran examinarlo.

El niño había despertado del coma que se encontraba desde hace un año, La causa de este fue un extraño virus que se creó por una contaminación mundial, millones de personas murieron a causa de esto y muy pocas se salvaron o quedaron en coma.-¡es un milagro!- exclamó el doctor -,y luego llamaron a sus familiares.

Luego de unos meses le dieron de alta para poder regresar a su casa pero al salir no todo era igual, su madre le dio una máscara para poder respirar en el exterior y ya no podía ver ni un solo árbol, cada vez el mundo era más y más sintético.

El niño se quebró en llanto y se puso la corona de pétalos de flores de cerezo que aún no había muerto, al instante todo empezó a renacer, las flores empezaron a revivir más hermosas de lo que eran antes Aterlía igual, ella le regaló su corona e hizo otra exactamente igual y le dijo -gracias, en verdad, ahora sé que esa corazonada no era incorrecta, tú no eres un humano-.

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⏰ Last updated: Dec 27, 2017 ⏰

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AterlíaWhere stories live. Discover now