Capítuo 01 Descenso

11 2 1
                                    

El desierto árido parece más extenso cuando miras al frente... en cualquier dirección. Ver al infinito tan solo pudiendo contar los días, convierte un viaje en una eterna travesía.

Por eso prefiero viajar con la mirada baja, y mis ojos fijos en la brújula incrustada en la punta de la montura de mi corcel...

Me basta con saber que voy en la dirección correcta.

En las noches puedo descansar mi cuello adolorido.

—Llevas días mirando esa brújula... comienzas a ponerme nervioso...

Sabes perfectamente que voy en la dirección correcta

Resuena la voz de mi corcel en mi cabeza. Jadeo despertando de mis pensamientos.

—Me brinda un poco de paz...

Muevo un poco mi cabeza, respondiendo con mi mente a la suya.

Me gustaba el hecho de que no tenía que abrir mi boca para decir una sola palabra.

—¿Paz? Si sabes a donde nos dirigimos ¿verdad?

Jadeo y sonrío leve.

—Descuida, aun no lo he olvidado

—Eso ya es algo...

Esto me aburre como la muerte... no es que me importe. Pero sería un viaje más entretenido si dijeras algo de vez en cuando.

¿Al menos vas a decirme que esperas encontrar en Derweze?

Dijo algo serio. Con el paso de los días, parecía estar cada vez más impaciente.

No lo culpo, aunque tampoco le doy importancia.

—Alguien con vida... supongo

Digo de forma tranquila sin quitar mi vista de la brújula.

—Ha... buscar a alguien con vida en el mismo infierno... Casi me hace gracia.

Su risa es especialmente dolorosa en mi cabeza... aunque no lo demuestro, pues sé que me incordiará hasta el final solo para molestarme.

—Pensé que estarías feliz de regresar a casa...

Digo en tono sarcástico

—Si... soy todo un océano de nostalgia ahora mismo...

Responde con sarcasmo.

—Cuando lleguemos a Darvaza, nadie te asegura que las puertas estén abiertas...

Y entonces, todo este viaje habrá sido para nada.

Relincha un poco desconcentrando mi vista de la brújula.

—Descuida, creo que seré bienvenida

—No, tu padre era bienvenido...

Tú serás un aperitivo allá abajo.

Rio leve y niego con mi cabeza.

—Suena interesante...

Aunque llegaríamos más rápido si pudieras volar como tu hermano... ¿vas a decirme que sucedió con tus alas?

—Ha- ha... Sabes que no tengo alas...

—Pegaso las tiene...

—Sí, pero yo soy lado opuesto... Piensa en mí como su alter ego...

Así que se supone que no debo ser igual, sino todo lo contrario.

—¿Todos los seres celestiales tienen un opuesto?

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 19, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

LuciferianWhere stories live. Discover now