Sentimientos.

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Aquella noche, recientemente había sido liberado de la celda donde solicitó a L que lo encerrasen.

Claro que el que su padre hubiese fingido que lo mataría a él y a Misa lo dejó bastante sorprendido, pues se dio cuenta de lo que sería capaz su colega. Y esa misma noche fue la que le obligó a estar esposado con el detective.

Ya habían transcurrido muchos días y la convivencia con L era bastante confortable. Demasiado. Había algo en la personalidad del joven que le parecía algo atractiva. Sobre todo sus habilidades deductivas. Se negaba a si mismo lo que estaba naciendo en su corazón; con el solo hecho de verle a su lado se sentía completo. Y aunque ahora no tenía conocimiento de quien había sido... Tenía la sensación de que L estaba confiando en él. ¿O eso era lo que quería pensar?

—Light... ¿Escuchaste lo que dije? —preguntó L mirando fijamente a su contrario.

—Disculpa Ryuzaki —articuló el joven una vez regresó a la realidad— no estoy muy concentrado en realidad —comentó luego de un suspiro.

—Sí, lo he notado —tomó una cucharada de el pastel de chocolate que se encontraba frente a el— ¿Qué es lo que te acongoja? —preguntó metiendo ese pedazo a su boca.

—No creo que sea muy importante, L —desvío la mirada algo decaído, pero no era imposible notar que algo le estaba robando el entusiasmo.

—Por favor, Light —agregó— no me obligues a sacar conclusiones que te pongan incómodo —amenazó.

Por la mente del chico pasó la posibilidad de que L sospechase que estaba sintiendo algo por él. Un frío recorrió su cuerpo luego de que un sentimiento de nerviosismo advertía apoderarse de él.

—Estas... Tomandole mucha importancia, L. Simplemente se me pasará, yo lo sé —terminó.

—Tú tienes algo, Light Yagami —retomó el tema— puedes decírmelo, incluso podría serte de ayuda.

—¡Dije que no tengo nada! —alzó la voz harto de la conversación— y si lo tuviera... De todos modos continuaría siendo de nula importancia —se levantó refunfuñando de su asiento, pero L, quien aún estaba esposado a él, le dio un jalón a las esposas para así atraerlo de vuelta.

—¿Sabes que sospecho? —interrogó y esta vez mantuvo contacto visual— que estas enamorado...

—¿Ah en serio lo crees? —gritó interrumpiendo a su contrario— ¿Y de quién, L? ¿De quién sospechas? ¿De ti? —esas palabras... Le hicieron sentir al joven detective un revoltijo de emociones en su estómago. Porque, a diferencia de Light, él aceptaba lo que sentía; no lo negaba, pero tampoco lo iría a divulgar.

Eso no sería sencillo. No podría contarle a su primer amigo que sentía algo por él; no tanto porque el "que dirán" de sus aliados y jefe. Era más bien el temor de lo que intentara con Light no funcionaría. A parte de que sus sospechas de que él fuese Kira aún lo atormentaban.

—Puedo ser una posibilidad —argumentó bastante relajado tomado otro trozo de pastel— después de todo por lo que hemos pasado, supongo que alguien como tú se enamoraría fácilmente de su amigo.

—Estás equivocado, "amigo" —dijo con aquel tono de voz que antes usaba cuando aún era Kira— ¿Insinuas que probablemente el hecho de que me encarcelaras provocó una especie de síndrome de estocolmo?

—Es probable —continuaba igual de tranquilo.

—¿Sabes que es lo que nos molesta de ti? —L solo miró a su colega— que nunca eres sincero ni directo. Siempre nos ocultas las cosas que...

Sentimientos.Where stories live. Discover now