Parte 1 Sin Título

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Nuestra historia se centra en Melina Gómez, una chica normal. Tenía 15 años, le gustaba el anime, escuchar música y pasar tiempo con su único amigo Matías. Sí, su único amigo.

Esto la diferenciaba un poco del resto, era una chica muy maltratada, sus compañeros la insultaban todo el tiempo dado su fanatismo por el anime, le gritaban "puta" (aunque ella era virgen), sus compañeras la denigraban constantemente. Una vez, luego de finalizar la clase de gimnasia, se llevaron su ropa mientras se duchaba. Afortunadamente no se llevaron su toalla, por lo cual pudo cubrirse e ir a hablar con el director para que llamara a su casa e informarle del asunto.

"Son juegos de niños" le dijo el hombre, haciendo poco caso al problema y a las lágrimas de la joven muchacha.

En su casa tampoco la pasaba bien, su padre era un borracho que se la pasaba de bar en bar y las maltrataba a ella y a su madre. Ésta era apostadora compulsiva; pasaba hasta 6 horas diarias en el casino, perdiendo más de lo que ganaba, empeñando y vendiendo sus cosas (televisor, computadora). Hasta hubiera vendido su cama, pero Matías, el amigo de Melina, estuvo ahí para evitarlo y hacer entrar en razón a la desquiciada mujer.

Él y Melina eran muy amigos. Ella era un año menor por lo cual no estaban en el mismo salón, pero jugaban en el recreo. También le servía de gran contención, dado que la escuchaba por horas hablando de sus problemas, secando sus lágrimas, dándole abrazos reconfortadores y rica comida que la reconfortaba aún más.

Una noche, las compañeras de Melina le tendieron una broma de muy mal gusto: llamaron a su casa, diciéndole que estaban en una fiesta con música, alcohol y chicos lindos, y que estaba invitada. Emocionada por al fin ser aceptada, se vistió lo más rápido que pudo, se maquilló y salió no sin antes contarlo a su amigo, que extrañado le decía que no había ninguna fiesta; que siempre se comentaban en la secundaria y el sabría si hubiera una. Pero ella no le hizo caso e igual fue.

Cuando llegó a la dirección que le habían pasado notó que no se oía música y eso le pareció extraño; de igual manera tocó el timbre, y cuando se abrió la puerta se asomó Karen, la chica que la había llamado, con un balde en las manos. Le arrojó el contenido empapándola por completo, asombrada y casi a punto de llorar Melina notó que el líquido tenía un extraño olor: era orina. Las chicas habían estado orinando una semana en ese balde para lograr llenarlo.

Mojada y llorando se fue corriendo, oyendo risas y burlas de las malvadas chicas. Al día siguiente victoriosas las señoritas comentaban y reían por lo sucedido. "Es una zorra", "Ahora tiene nuestro perfume" y demás cosas hirientes exclamaban con sorna.

Matías no la vio en el recreo, lo cual lo sorprendió. Melina era muy aplicada, no faltaba nunca a clases ¿qué le había pasado?

Esa noche fue a su casa y tocó la puerta, pero nadie salió. Recordó que su amiga le había dicho que sus padres estaban en casa de unos familiares y por unos días no volverían; también le había dicho que debajo del tapete guardaban una copia de la llave, por lo cual entró a la casa.

Cuando abrió la puerta un olor nauseabundo lo hizo taparse la nariz, subió las escaleras hacia la habitación de la chica y ahí la encontró: colgada del techo con una corbata, una expresión de dolor en su rostro sin vida. Eso lo cambio para siempre, porque no la pudo ayudar. Ella era su mejor amiga, y más aún, ella le gustaba, pero nunca pudo decírselo. Eso no podía quedar así, él la vengaría.

Escribió en una hoja una lista con el nombre de los compañeros que contantemente la atormentaban:

Candela
Julio
Manuel
Thiago
Leonel
Guadalupe
Antonio
Julia
Juliana
Marcos
Lucas
Ayelén
Sofía
Lucrecia
Cristina
Luz
Pilar
Gastón
Walter
Néstor

La ListaWhere stories live. Discover now