Marmalade Boy🍯💛 La familia crece👨‍👩‍👦👨‍👩‍👧

Capítulo 1: Quiero Enamorarme. Es guapo pero no lo soporto.

"Después de las actividades del club me detuve en una cafetería con Yoko y las demás, y resultó que en la mesa de al lado había un chico guapísimo, pero su novia vino enseguida, lo que me desilusionó bastante... -Suspiro- En esta primavera estaré en mi tercer año de instituto, ¿Es que nunca me sucederá nada emocionante?.-"

Dibujo una línea final en lo escrito en el diario que comparto con Meiko, mi mejor amiga. Me llevo el bolígrafo a la mejilla, levanto la mirada y pienso: Algo emocionante... por ejemplo, amor... o algo así. Suspiro nuevamente ante la idea.

Rumi: ¡Miki! ¿Bajas a merendar?
Miki: ¡Ya voy!, ¡Ya voy! -Sonrío ante la idea de tener algún romance y que la merienda ya está lista, tengo un poco de hambre. Río para mí. Cierro la el diario de vida sobre mi escritorio, el diario que me regala la escuela cada año, azul con la insignia del instituto: dos banderines rojos cruzados, por encima de una corona roja, debajo un moño rojo y dos ramas doradas, una por cada lado. Salgo de mi habitación, bajo las escaleras y me dirijo al comedor donde se encuentran mis amados padres, visualizo mi vajilla del té favorita... Mm... ¿Ocurrirá algo?, pienso para mí misma. Aunque sus rostros demuestran felicidad, como siempre han estado, tal vez quieren darme una sorpresa.-
Rumi: Mira Miki... -Bebo un sorbo de mi té-
Jin: No queremos que te sorprendas pero... -Me detengo inmediatamente y alejo la taza de té, los miro atentamente- Pues verás, hemos decidido divorciarnos -Me dicen los dos al mismo tiempo, y me sonríen... Sí, sonríen-
Miki: ¡¿Qué?! -Estoy segura de que mi cara se desfiguró, y por un segundo todo se detiene. Vaya esto sí es algo emocionante, pero es una broma ¿no?. Poco a poco me invade la rabia, siento que me están tomando el pelo. Golpeo la mesa y me levanto con el impulso- ¡¿Pero qué están diciendo?! -Los miro atentamente, siento mi cara roja como un tomate. Ay... creo que aquí empiezan mis días de sufrimiento.-

***

Suena el timbre para el primer recreo en el instituto, me encuentro merendando con Meiko en el patio de afuera, en las mesas para comer. Meiko reproduce mi grabadora que tiene forma de robot, es azul porque el instituto te lo entrega junto a la agenda que ocupo como diario de vida, tiene la opción de grabar un mensaje y reproducirlo las veces que quieras hasta que grabes uno nuevo. En esta ocasión, Meiko después de haber leído lo que agregué anoche tras la sorpresa de mis padres, reproduce mi mensaje "¡Mamá y papá son idiotas!".

Meiko: Ah... es por eso, ¿no?
Miki: -Intento tragar un trozo de mi pastel de fresas, la rabia aún me maneja cuando hablo este tema, solo que necesito contárselo a mi mejor amiga- Rayos, no puedo creerlo, ya imaginé que pasaba algo raro cuando usaron mi juego de té favorito. -La miro a los ojos- ¡Pero esto va más allá de lo que pensé!
Meiko: Pero por qué, si tus padres se llevan muy bien entre ellos, ¿no es verdad? Incluso hace poco que se fueron de vacaciones a Hawái ellos solos.
Miki: -Golpeo la mesa casi derramando mi refresco- ¡Ese dichoso viaje a Hawái ha sido la causa! -Y la escena de la noche anterior vuelve a mi cabeza- "¡Matsuura! ¿Quiénes son?
Rumi: Una pareja que se alojaba en el mismo hotel que nosotros, como tenían nuestra edad enseguida nos hicimos amigos. -Sonríe-
Jin: Y según fuimos conociéndonos descubrimos que tu madre se estaba enamorando del Señor Matsuura y yo de su mujer. -Mi cara cambió de una molesta a un rostro completamente confundido-
Miki: Ena... mo...
Rumi: Eso es -Decía con tanta calma y alegría-
Jin: Sí, entre los cuatro lo estuvimos discutiendo, y entonces decidimos que lo mejor sería intercambiarnos las parejas.
Miki: -Obviamente volvió mi cara de rabia, volví a ponerme roja- ¡¿Intercambiarse las parejas?! No puedo creerlo, es la cosa más ridícula que he oído en mi vida.
Jin: Tal vez esta historia suena un poco extraña.
Rumi: Pero esto no significa que tu padre y yo no nos amemos. Todavía nos queremos mucho, ¿no, Jin? -Él asiente con su cabeza, mi madre lo mira pensativa- Pero, más que amor de verdad, sería una buena amistad, ¿no lo crees?.
Jin: Claro, y si lo piensas antes de casarnos ya éramos mejores amigos que novios.
Rumi: Sí, además si esto le hubiera pasado solo a uno, hubiera sido distinto.
Jin: Ajá, así no hay ningún problema. -Mientras hablan entre ellos bajo la mirada y siento la ola de rabia venir hacia mí para romper en la orilla, estoy de pie y apoyo con firmeza mis manos sobre la mesa, haciendo saltar mi juego de té.-
Miki: ¡Esto no tiene ni una gracia!, ¡Recuperen el sentido común!. -Sus rostros cambian, se muestran algo desanimados-
Jin: Miki...
Rumi: Creemos que lo que tu padre y yo sentimos por los Matsuura, puede ser algo muy importante para todos. Te lo ruego, por favor perdónanos."
Miki: -Con la rabia que siento soy capaz de aplastar con una mano mi lata de refresco- ¡No puedo perdonarlos! -Le digo a Meiko-
Meiko: -Me aplaude- Eso es, mantente firme.
Miki: Sé que mis padres siempre han sido muy modernos y raros pero esto ya es pasarse, me niego a perdonarlos Meiko.
Meiko: -Sonríe dulcemente- Qué dices, pero si son gente de lo más simpática, me caen muy bien.
Miki: Ya... Porque a ti no te afecta, rica -La miro pidiendo empatía-
Meiko: Oye, te lo digo de verdad, tus padres son mejores que los míos.
Miki: ¿Qué? -Quedo perpleja, Meiko nunca me había mencionado su relación con sus padres. Su semblante cambia totalmente, tiene una mirada triste, una mirada que no le viene a esos bellos ojos azules-
Meiko: -Baja la mirada- Hace mucho que desapareció el amor que había entre ellos. De hecho los dos tienen amantes, pero nunca se divorciarán porque mi padre quiere guardar las apariencias. -No sé qué decirle, pobre Meiko- Y mi madre mantener su nivel económico. Deberían divorciarse porque ellos no entienden lo mucho que sufro al ver lo mal que se llevan. ¿Sabes? Creo que nunca me casaré.
Miki: Meiko... Entonces a pesar de ser tan popular entre los chicos... -Claro, si eres hermosa, con tus ojos azules como el mar, tu cabello ondulado y largo, tu inteligencia y madurez, y tu buen estado físico- ...nunca saldrás con... -Me interrumpe riendo-
Meiko: No, no... no es para tanto -Ríe- Una cosa es que no confíe en el matrimonio y otra muy distinta es que no me interesen los chicos. -Qué tipa esta, pero la quiero muchísimo.-
Ginta: ¡Eh... Miki! ¿Qué estás haciendo? -Ginta mi amigo, se dirige hacia nosotras corriendo con su raqueta de tenis bajo el brazo-
Miki: ¡Ginta! -Lo observo llegar-
Ginta: Si no te das prisa perderás el entrenamiento. -Formo parte del club de tenis del instituto, me encanta el tenis.-
Miki: Oh... Lo siento pero hoy no puedo ir. -Ginta me mira intrigado-
Meiko: ¿Qué tienes que hacer?
Miki: -Me acerco a Meiko para hablarle al oído, no quiero que Ginta se entere aún de lo que está pasando en mi familia- Hoy cenamos con los Matsuura, debo estar allí para hablar con ellos y convencerlos de que detengan esta locura. -Le susurro-
Meiko: Ya veo -Asiente con la cabeza en tono de aprobación-
Ginta: ¿Acaso te has empachado de tanto comer?
Miki: No es eso bruto, es una cuestión familiar. -Siempre me está molestando, me hace gracia pero no puedo demostrarla en estas circunstancias.-
Ginta: ¿Una cuestión familiar?, ¿De qué se trata?
Miki: -Me levanto de la silla y agarro mi maletín café- No... cosas. Bueno Ginta, díselo al capitán del equipo de mi parte. -Comienzo a retirarme para evitar más preguntas de Ginta-
Ginta: ¿Ah?
Miki: -Giro en dirección a Meiko y Ginta y con la mano me despido- Bien, ¡Hasta luego! -No espero una respuesta y comienzo un trote hacia la salida del instituto. Rayos, no puedo contarle una cosa tan estúpida, esto es un asco pero ellos siguen siendo mis padres, y de hacer algo, si tengo que mover cielo y tierra para detenerlos lo haré.- ¡Impediré esta locura! -Me doy cuenta de que dejé aflorar mis pensamientos, acabo de gritar en medio de varios estudiantes que se retiran del instituto, que vergüenza.-