De nuevo, aquí en el punto de partida. ¿No serás tú igual que todos?
Tan fácil... demasiado bueno. Parece que nunca aprenderé. Presumo de desconfiada y de nuevo mi instinto me devuelve a la realidad.
No te lo creas, no es cierto. Dice mi mente con la esperanza desesperada de que la escuche. La misma esperanza que tenía yo de que alguien me escuchara. Pero esa persona no existe, porque nunca ha existido, aunque me lo creyese.
Tan desesperada me siento por caerme muerta en los brazos de alguien que lo hago en la primera mierda que encuentro.
Que esperaba de ti. ya no lo entiendo. Tengo gente, mucha, incluso más de la que debiera y te puedo jurar que no me haces falta.
Ojala hubiese empezado contigo como con todos, ojala te hubiese usado como a todos, si te hubiese manipulado como siempre, si hubiese sido fría y calculadora como me llaman, si no te hubiese elegido como a uno más. Ojala ahora fueses tu el que sufre como un perro abandonado.
