Capítulo 1

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No recuerdo el día en el que la vi por primera vez pero supe que desde ese día no podría dejar de pensar en ella, la tomo de la mano y le doy un beso en la mejilla siento el contacto de su piel en mis labios es extraño a pesar de que solo tengo quince años siento que la amo.

¿Pero que es el amor a los quince?, o más bien dicho ¿es amor? No lo tomo muy a pecho solo me deleito con sus ojos color verde azabache, mientras le tomo la mano, escucho que viene alguien por detrás de nosotros la sujeta de su pequeño brazo y jala de el con extrema firmeza, veo como la golpea y una suave y delicada gota de sangre resbala por su labio, grito porque no le haga daño, pero es más hábil me golpea en el pómulo derecho y me sumerjo en la oscuridad.

Me despierto en medio de la noche con un frio recorriendo mi cuerpo y sudor en mi frente, escucho la alarma de mi celular pero no quiero cogerlo ya es más de una semana que sueño lo mismo no pensé que ese pasado, que su fantasma me siguiera diez años después, pensé haberlo superado pero no, me temo que es más fuerte que yo, el doctor Hitman me ha dicho que es solo pasajero que lo que paso hace una semana afecto mi subconsciente de esa manera. No suelo escuchar lo que él me dice pero por demanda del juez Maison tengo que visitarlo una vez a la semana durante un año.

Escucho tocar la puerta de mi habitación comprobando que es Derek mi mano derecha en los negocios, que hace aquí a esta hora de la mañana no lo sé, pero de aquí no sale sin una buena paliza como que me llamo Alec Travis.

— Será mejor que tengas una buena excusa para levantarme.

— Hola, Derek amigo mío gracias por haber venido a recordarme de la junta con Eloise de las 7 am.

— ¿Que, es hoy? —pregunto asustado si no me presento a esa cita adiós convenio con El.inc, todo el mundo sabe de su influencia en tecnología no solo en América sino también en Europa y Asia.

— Haberlo dicho antes idiota, sabes lo importante que es ese contrato como para dejarlo pasar .

— Sabía que te olvidarías así que vine a cerciorarme de que llegaras.

No discuto más con mi amigo y salgo casi volando de mi habitación para bañarme, ponerme el traje que deje listo la noche anterior, hago todo lo que puedo para apresurarme y no tener que llegar tarde Eloise Jhonson es como una piedra en el zapato molestosa pero útil a la vez, me miro de reojo al espejo para comprobar que estoy listo, me pongo una loción de Chanel, que me fue regalada muy gentilmente por mi madre. Llevo un traje color negro con pequeñas líneas plomas, una camisa de seda azulada y una pajarita a juego con el traje, tomo mis gemelos, mi celular además de una gabardina porque ya mismo llegaría el invierno y ya hace un frio de mil demonios.

AmourWhere stories live. Discover now