Aceptando la realidad

11 0 0
                                    

27 de febrero del 2010, 3:34 de la mañana, creo que nunca me había despertado tan asustada, no podía mantenerme en pie, la tierra se movía muy fuerte, mamá como siempre tan controlada me decía que me pusiera los zapatos y saliera al patio, cuando salimos tu no estabas ahí y tu puerta seguía cerrada, mientras tratábamos de sacar a la abuela de su pieza, mamá gritaba tu nombre (la verdad es que no podría decirte lo que ella estaba sintiendo en ese momento, porque su voz era la de siempre). No sé de donde saque fuerzas, quizás del miedo, pero tome a la abuela en brazos y la saque al patio... tú seguías sin aparecer. Cuando por fin la tierra dejo de moverse, mamá se acercó a tu puerta, te empezó a llamar y trato de abrirla pero estaba bloqueada con algo, recuerdo que me acerque a la puerta, me apoye en ella y la empuje con todas mis fuerzas, cuando logre moverla un poco lo primero que sale de ese pequeño espacio es polvo, ahí fue cuando supe que algo no estaba bien. Mamá salió corriendo a la calle a buscar ayuda mientras yo me quede parada en el patio mirando a la nada sin saber qué hacer. No sé cuánto tiempo haya pasado, solo recuerdo que cuando llego Claudio, entro a la casa y unos segundos después salía contigo en sus brazos, mamá iba detrás de él, te subieron a la camioneta y se fueron y yo me quede ahí, afuera de la casa con la abuela. Intente llamar a mamá al celular muchas veces pero no había señal y nunca pude comunicarme con ella.

Después de creo yo unas 3 horas ella volvió, se bajó de la camioneta, me abrazo y me dijo: " Mark ya no va a volver".

De eso ya han pasado 8 años, pero al principio, los primeros días, meses y el primer año fueron muy difíciles. En ese entonces creía que la única forma de aun mantenerte "vivo" en mi mente era poder mirar tus fotos en facebook, escribir en tu muro, dejarte un "inbox" esperando a que algún día lo respondieras, créeme que a pesar de estos 8 años que han pasado sigo soñando con que algún día responderás y que todo fue una pesadilla.

Quizás suena tonto, escribir en el Facebook de una persona que ya no está y esperar a que esta persona te responda, pero, en ese entonces me di cuenta que hacer eso era algo que realmente me ayudaba. A veces cuando me hacías demasiada falta, me metía a tu canal de YouTube y veía tus videos, esos en los que aparecías saltando con tu patineta en el patio de la casa.

Me conectaba cada dia a la misma hora y te mandaba un mensaje a facebook con un simple hola y me quedaba esperando horas tu respuesta y con el pasar del tiempo, eso comenzó a volverse una obsesión, pasaba días enteros revisando tu muro, esperando a que lo actualizaras y así saber que estabas conectado, esperaba a que leyeras mis mensajes y los respondieras.

Con el paso del tiempo mi obsesión fue tal que logre conseguir la contraseña de tu Facebook y me respondía mis mensajes... aun no podía aceptar que ya no estabas.

Fueron pasando los días y los meses y el hecho de no poder aceptar que te habías ido me hacia ponerme peor y por supuesto empeoraba mi obsesión. Creaba conversaciones entre nosotros, las típicas conversaciones entre hermanos, yo te preguntaba cómo te había ido en la universidad y desde tu facebook me respondía ese mensaje y generaba otra pregunta. Podía pasar horas haciendo esto sin aburrirme, veía como la gente, las personas que te querían, escribían en tu muro y como nunca tenían respuestas en sus comentarios pensaba: "tengo suerte, me responde solo a mi".

No me había dado cuenta del daño que me estaba haciendo y de lo grabe que se estaba volviendo esto, lo único que sabía es que, aunque tú no estabas físicamente conmigo, podía hablarte a través de mensajes.

Mantuve esta obsesión durante un año, pero cuando empecé a fijarme en las personas que estaban a mí alrededor, en este caso mamá, me di cuenta de que algo no estaba bien. La veía escribirte en facebook, te escribía que te extrañaba, que quería estar contigo, etc... Pero tú nunca le respondías y ahí fue cuando me di cuenta de que algo no estaba bien, porque pensé: "el amaba a mamá, no la haría sufrir así, él le respondería. Fue entonces cuando decidí hablar de mi problema, de lo que había estado haciendo durante este largo año.

Creo que lo mas difícil fue ver su reacción al ver los mensajes y ver lo triste que estaba al no haberse dado cuenta antes de lo mal que yo me encontraba. Tu sabes cómo es ella, siempre tranquila, recuerdo que después de una larga conversación y de haberle mostrado los mensajes, (yo pensé que se enojaría) me abrazo muy fuerte y me dijo: "Tranquila bebé, todo va a estar bien, vamos a salir de esta juntas".

Estuvo conmigo en cada momento, desde que empecé a ir al doctor, cuando me hicieron borrar todos los mensajes y las conversaciones que tenia "contigo", hasta el final cuando ya me dieron de alta y volví a ser una persona "normal", me mejore y logre hacerlo cuando por fin comprendí... que tu ya no estabas y que no ibas a volver.

Sé que suena duro decir que alguien que quieres ya no está, pero ahora estoy tranquila porque sé que estas bien y que en algún momento nos volveremos a reunir, tienes que estar tranquilo porque ahora solo me meto a tu "Facebook" para dejarte un comentario como "te extraño" o "te quiero", solo cosas sencillas pero de corazón, de todas formas aunque mi obsesión ya no está, prometo nunca olvidare, aunque no pueda chatear contigo.



La obsesiónWhere stories live. Discover now