KuroTsuki Valentín 2018

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Kuroo Tetsurō había tomado un tren bala para viajar a Miyagi a primera hora en la mañana, lo decidió decidido en el instante en el que su "amorcito" le había dado una indirecta sobre lo mucho que le gustaría verlo este día de San Valentín. Bueno, no fue realmente lo que sucedió, pero Tetsurō creyó el haber leído entre líneas un inexistente "Quiero verte".

Desde su graduación, Kuroo había establecido una relación amorosa y no formal, apetición de su novio, Tsukishima Kei, estudiante de segundo año de la preparatoria Karasuno, localizada en la prefectura de Miyagi. La situación se dio de una forma bastante fugaz para el gusto de ambos, pues esa noche en la casa del azabache, en medio de una pequeña celebración ambos se apartaron en una charla que parecía muy tensa, pero Kuroo la aligeraba con sutiles coqueteos que poco a poco fue cortando la distancia que había entre ellos para terminar en un profundo beso que se vio interrumpido por el bullicioso búho llamado Bokuto. Desde esa noche aunque Kei no quería admitirlo, la situación comenzó a repetirse durante todo el verano, tiempo que el rubio pasó en la casa de su hermano de vacaciones, subiendo de tono en cada ocasión, pero sin sobrepasar los besos y caricias. Kuroo lo respetaba, no quería hacerle sentir que solo lo quería y deseaba por su cuerpo o que era alguna clase de juego. Tsukishima le gustaba y se quería asegurar de dejárselo claro.

Nervioso jugaba con una pequeña pelota de goma a espera de la salida del rubio. Hoy no tendrían practica, así que debía salir mas temprano. Entonces soñó la campanada y minutos mas tarde comenzaron a salir, a excepción de los de segundo que estaban tardando demasiado, lo cual le hizo quejarse para si mismo antes de verlo. Kei estaba caminando junto al enano y su acompañante, entonces el rubio observó encantando al setter prodigio mientras le sonreía de una manera burlona y... algo que Kuroo no sabía reconocer.

Estaba celoso.

— Lentes ... —Le lamó en un tono serio. No fue su intención, pero se sentía de cierta manera traicionado.

— Kuroo- WHOOAAA KUROO SAN ¡¿Qué hace aqui?! ¿¡Está en alguna clase de prac AUCH¡ ¡Kageyama!

— ¡Hinata, Idiota! —Para la sorpresa del rubio, Kageyama logró leer la situación así que se llevó a Hinata lejos antes de que volviera a interrumpir el momento de los chicos.

— Kuroo-san ¿Qué hace aquí?  —Cuestionó algo molesto, siguiendo su camino.

— Vine a verte Tsukki, o ¿Ya tenias planes? —Interrogó tratando de ser casual, aunque no parecía funcionar.

— No tengo ningún plan Kuroo san, solo no me espera —

— Tsukki, ¿Te gusta Kageyama?, ¿Ése era su nombre verdad? —“La curiosidad mató al gato.” Fue lo que pensó cuando impaciente le tomó de la muñeca y conectó sus miradas con la pregunta.

— ¿De qué está ha--

— Por que si es así, no lo soportaría. Me gustas mucho Tsukki. Quiero hacer todo lo que esté a mi alcance y más para--... —Unos labios le callaron y le explotaron el corazón.

— Cá-Cállese de una buena vez, gato idiota. —Bufón apresurado el paso, dejando al otro atrás por unos segundos.

Ya más relajado, entrelazó su mano con la del otro a pesar se sus quejas. "Es tan lindo" pensó Kuroo, sonriendo como un idiota.

Cuando cruzaron el umbral, fue el momento en el que Kei un poco nervioso le ofreció algo de beber. Kuroo entendió que no leyó mal aquel mensaje subliminal, pues estaban solos... Tetsurō se lanzó sobre su novio para besarlo y dejar sus manos se movieran de manera traviesa por cada centímetro de la piel blanquecina ajena.

Esa tarde ambos se entregaron el uno al otro, en la que seria su primera vez con besos cargados de sentimientos, caricias que dejaron marcas en la piel y la paciencia más grande que podían obtener en sus ansias. El azabache se sentía satisfecho por haber estudiado con anterioridad aquello y no lastimar más de la cuenta al menor, que se veía a punto de desfallecer por las nuevas sensación que sentía en todo su cuerpo.

— Kei... Te amo. —Jadeó exhausto, abrazandole por la espalda.— Te amo... —Le susurró nuevamente en su oído, recibiendo un pellizco en la pierna.

— Cállese de una buena vez, gato idiota...

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Dedicación especial a IsaMiyake

Feliz San Valentín 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora