That things never gonna come back

Fortaleza.

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Si las lágrimas que he derramado, amor mío, por ti, fueran los deseos que tengo de que vuelvas a mí, oh mi cielo, serían interminables, cual cascada, ¡cual océano! Laguna infinita, mi amor eterno.
Cierro los ojos, y lo único que veo, es tu rostro, tus palabras, escucho tu voz, tus hermosos tartamudeos, nuestros mensajes interminables. ¡Nos reíamos de la cantidad de mensajes que nos mandábamos, ansiosos por el otro! Deseando saber más, llegar a más, deseando, que nuestro vinculo se volviese como una piedra, inquebrantable, ¡que no se doblega ante nada ni nadie!
Benditas tus muestras de amor.
¡Que desgracia nena! Que la otra parte de la piedra, estuviese mal formada, con huecos, frágil, ¡la aplastaron! ¿Y que pasó? Se destruyó, no pudo resistir a las sacudidas y aventones, a que se le aplastara cual vil cucaracha, se desprendió de la otra parte, te habías esforzado tanto por hacerla cual escudo impenetrable ¡fuerte como el metal, duro como el oro! Que pena, querida, pues, te has quedado sola. Que pena, querida, que solo tu hayas trabajado más duro, por mantenerlo como escudo.
¡Y es que la cosa es así!
Esperabas a que volviese a construirse, que él lo intentase de nuevo, quizás, podía pasar, pensabas...
No princesa, no te aferres.
Los milagros, no existen.
Esa piedra, ya perdió su fortaleza.