1. ENCUENTROS AGRADABLES... Y OTROS NO TANTO

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  Estaba nerviosa mientras observaba la pantalla. Las chicas pasaban, hacían una reverencia (algunas sencillas, otras casi arrodilladas), decían lo encantadas que estaban de poder estar allí, y el príncipe les sonreía ligeramente, a menos que fuese una conocida, por supuesto.

El príncipe

Qué manera más extraña de referirse a quien años atrás fue mi mejor amigo. Antes de que la Cuarta Guerra Mundial acabara con gran parte de la población, y que las autoridades de Gobierno decidieran que la población restante debería ser organizada.

La población fue dividida y trasladada. Toda mi familia fue enviada al norte de América, a Gryffherin, antiguamente llamado Canadá. Mi mejor amiga, Julieth, también fue enviada a esa área, a una ciudad que se encontraba a dos horas de distancia. Mi mejor amigo de ese entonces fue enviado a una ciudad al noroeste de América, a una ciudad llamada Athenus, actual capital de toda América, la cual es dirigida por el Rey Edward, el padre de Dorian, mi antiguo mejor amigo.

Después de la organización, perdí el contacto con él. Hasta que en las noticias se reportó que Edward Harvey sería coronado rey, por su gran prestigio y toda la ayuda que brindó durante la organización, él fue elegido por el pueblo.

Las únicas veces que había visto a Dorian habían sido en la televisión, y eso no se podía considerar como un encuentro. Así que cuando se reveló que chicas de distintas regiones irían al palacio para presentarse ante el príncipe para postularse al puesto de "futura esposa" decidí participar. Las chicas (veinte en total) se alojarían en el palacio, hasta que el Príncipe tomara una decisión. Una semana después de enviar la solicitud, recibí la respuesta. Había sido aceptada. Y justo ahora me encontraba a unos minutos de encontrarme nuevamente con Dorian.

Un grito de emoción me sacó de mis pensamientos. Levanté la cabeza y me encontré con una cabellera roja dirigiéndose hacia mí.

-¡Julieth! – exclamé mientras abría mis brazos y ella me daba un fuerte abrazo.

-¡Lizzy! No sabía que ibas a venir.

-Lo mismo digo.

July vestía un largo y hermoso vestido color morado, el cual se ajustaba a su cuerpo hasta su cintura, y luego caía de una manera elegante. Era muy Julieth.

 Era muy Julieth

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 Yo, usaba un vestido largo azul rey con caída de sirena.

 Yo, usaba un vestido largo azul rey con caída de sirena

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-Te ves hermosa – dijo la pelirroja.

  -Muchas gracias, tú igual – contesté y ambas reímos - Es extraño, ¿sabes?, antes usábamos jeans y sweaters, y ahora debemos usar vestidos largos y tacones, los cuales odiábamos.

-Las cosas de la vida – contestó July con aire divertido.

En ese momento se anunció a la siguiente chica que podía pasar.

-¿Has visto a otra chica que conozcamos? – le pregunté.

-Si, a dos chicas, justamente a las que no quisiera ver – contestó con una mueca.

-Déjame adivinar. ¿Ruby y Jade?

-Ding, ding, ding. Respuesta correcta – a lo cual ambas reímos.

-¡Elizabeth! ¡Julieth! – gritó alguien.

-Hablando del rey de Roma – susurro antes de girarme al origen de la voz. - Ruby, tiempo sin verte – dije.

-Pero sigue con el mismo... estilo – me susurra July, causándome risa.

Ruby llevaba un vestido largo negro al cuerpo algo (muy) escotado. El mismo estilo de cuando teníamos solo doce años, y ahora, seis años después solo había aprendido a usar menos tela.

 El mismo estilo de cuando teníamos solo doce años, y ahora, seis años después solo había aprendido a usar menos tela

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  -Me encantaría hablar con ustedes, pero es mi turno de ver a Dor, el pobre me debe de haber extrañado muchísimo, con lo unidos que éramos – dijo ella bateando sus pestañas. Reprimí el impulso de poner los ojos en blanco, aunque July no pudo disimular su sonrisa de burla, trató de esconderla con una tos que sólo consiguió delatarla más. Tras esto Ruby nos lanzó una mirada asesina y se adentró al salón donde estaba Dorian. July y yo estallamos en risas. Después de que nos calmamos observamos la pantalla donde se transmitía lo que estaba pasando en el salón.

Ruby entró, gritó algo, corrió hacía Dorian y lo abrazó. Él estaba en shock y no le correspondió el abrazo, Ruby, aprovechando el estado de Dorian le dio un beso en la comisura de los labios, él se apartó rápidamente de ella y le dedicó una falsa sonrisa, tras unos minutos de charla en los que Ruby se acercaba a él y Dorian se alejaba disimuladamente, sonó el reloj que marcaba que los cinco minutos se habían cumplido, obligando a Ruby a abandonar el salón.

Tras ella entró una chica rubia con un hermoso vestido verde, le dedicó a Dorian una dulce sonrisa y se dispuso a hacer una elegante reverencia. Dorian le dio una radiante sonrisa.

-¿Viste lo ridícula que se vio Ruby? – preguntó July entre risas. Desvié mi vista de la pantalla y reí con ella.

Después de que pasaran otras chicas (entre ellas Jade, la cual actuó decentemente) llegó el turno de Julieth, ella me dio una mirada nerviosa y entró al salón.

Julieth estuvo perdidamente enamorada de Dorian durante tres años, hasta que se dio cuenta de que él no le correspondía y se decidió a olvidarlo, lo que logró exitosamente, con ayuda de James, un chico que estaba colado por Julieth años atrás.

Dorian lucía sorprendido cuando vio a Jules, esta última dijo algo que hizo que él riera y se abrazaron a modo de saludo, conversaron alegremente y entre risas (probablemente causadas por July) y cuando marcaron los cinco minutos se despidieron con un beso en la mejilla. Sonreí al ver a mis dos mejores amigos.

Varias chicas pasaron hasta que me llamaron. Era mi turno. Volvería a ver a mi antiguo mejor amigo.

Me levanté del sofá y caminé hasta la puerta que me dirigía al salón, puse la mano en el pomo y tomé una bocanada de aire.

Cuando entré al salón Dorian estaba de espaldas.

-Buenos días, Alteza – dije dando una leve reverencia.

Al escuchar mi voz Dorian se volteó y me recorrió con la mirada. Estaba sorprendido.

-¿Eli? – preguntó. Sonreí. Él era la única persona que me llamaba así.  

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⏰ Last updated: Apr 16, 2018 ⏰

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