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POV CALEB:

Abrí los ojos lentamente, miré a mi lado, Daniel se encontraba dormido, me abracé a mí mismo, miré la habitación, no recuerdo que mi habitación fuese así, dirigí mi vista a mi cuerpo, lucia más pequeño, llevaba un pijama negro de algodón, que consistía en unos pantalones y una camisa, mire a Daniel de nuevo, este me miraba con una sonrisa pervertida.

¿Por qué presiento que este chico va a cogerme de nuevo?

Pff... no exageres, solo voy a tenerte encerrado en mi cuarto, haciéndote mío salvajemente—dijo Daniel

Oh, tienes razón, no hay porque tener miedo

Se puso encima de mí y comenzó a besarme salvajemente, mientras acariciaba mis caderas.

Esta sensación...nunca la tuve cuando me acostaba con Caroline...es extraño, pero me encanta, quiero sentir lo que mis hermanos sienten, quiero estar con alguien al que amo...quiero...quiero sentir amor.

Estuve tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta de que, Daniel se encontraba desnudo y no solo él, yo también. Le miré a los ojos, este simplemente abrió mis piernas, paso su dedo índice por mi entrada.

—¡Amor...cariñito, ¿dónde estás?!!—gritó una voz femenina.

—Mierda, Caroline—maldije.

—¿Quién?—preguntó Daniel.

—Mi...prometida .

Daniel se levantó y en un abrir y cerrar ya se había puesto su traje, salió de la habitación y lo único que logré escuchar fueron gritos, me cubrí con las sabanas y me levanté.

—¡Caleb, amor...este loco dice que eres su prometido!—dice Caroline.

Dirigí mi vista hacia ella, Daniel estaba a su lado con sus dos manos en su cintura y mirándome.

—Es que soy su prometido—dije.

—¿Qué?...pero tu ibas a casarte conmigo...—dijo molesta.

—Caroline...

—¡No, tu vas a...es tu hermano...tu propio hermano!

—¿Y que?—pregunté.

—Es asqueroso.

—Y...¿porque lo es?

—Porque...porque sois dos hombres—dijo con asco.

—Y, ¿Por qué?—volví a preguntar.

—Porque...porque nacimos para que un hombre y una mujer estén junto.

—¿Quién dice eso?

—¡El mundo lo dice, lo que hacen es una aberración!

—No sabía que el amor era una aberración-dijo Daniel.

—Ustedes...ustedes me dan asco—dijo Caroline.

—Pues mira cuanto me importa—dijo Daniel.

Daniel se acercó a mí, me agarro de la cintura, se agachó y beso mis labios.

Esto es el paraíso

Escuche como Caroline maldijo y salió de la habitación, cerrando la puerta de un portazo, el beso se intensificó, simplemente deje caer la sabana que envolvía mi cuerpo.

—Quiero ser tuyo—dije.

Daniel comenzó a lamer mi entrada, mientras que yo suspiraba.

-—D-Daniel...q-quiero sentirte—gemí.

Este dejo de lamer mi entrada, acercó dos de sus dedos, abrí la boca lentamente y este introdujo dedos en mi boca y yo los lamí.

Y sin previo aviso, introdujo los dos dedos, solté un sonoro grito, pero este me callo con sus labios, seguía besándome mientras movía sus húmedos dedos en mi interior. Pero quería más, no era suficiente para mí.

—N-No Daniel...p-penétrame...

Este se quitó la ropa lo más rápido que pudo, abrió mis piernas y me penetró de golpe.

—¡A-ah, bruto!!—grité.

—Tranquilo...se te pasara—dijo.

—Se gentil...por favor.

Este asintió con la cabeza y comenzó a penetrarme lentamente.

Mng...muevete mas q-quier...ah...ah mas—gemí.

—¿Quieres eso?—preguntó.

—Si...ah...Dani...dame d-duro...

Daniel, comenzó a penetrarme con una fuerza sobrehumana, lamia mis pezones, masturbaba mi miembro, me sentia en la gloria, hasta que sentí que estaba a punto de llegar al climax.

—Si...s-sigues...voy a...

—Ha-hagamoslo juntos...—dijo.

Me dio unas cuantas embestidas y llegamos al climax, Daniel se tumbo a mi lado, respiraba con dificultad y en su rostro tenia una sonrisa

—Te amo Caleb—dijo Daniel.

—Y yo a ti Dani —dije.































Sangre de la Realeza⚣© Où les histoires vivent. Découvrez maintenant