Carta desde el infierno

10 0 0
                                    


Inspirado en la canción "Mama" del grupo estado unidense My Chemical Romance.

1º de mayo de 1945

Querida madre, te escribo con algo de retraso porque ahora es cuando he recuperado mi mente por completo. Fue un gran honor representar mi bandera ante tan devastadora guerra que aunque no estaba completamente seguro de por qué se originó, solo pensaba en la seguridad de mis seres queridos.

Al regresar todos me sonríen, me conocen, respetan y admiran y hasta algunos me llaman "héroe". No me siento merecedor de tales elogios, no tienen idea de los horrores que tuve que hacer para mantenerme vivo un día, no vieron las barbaridades que comete el ser humano ante el miedo, ni lo salvaje que se vuelve detrás de un arma. Mientras ustedes dormían tranquilos protegidos por sus sabanas volando sobre la nube más esponjada, yo veía amigos morir, día tras día llegaban más reclutas noche tras noche debíamos pensar en la manera de secar las lágrimas de una madre.

Héroe no es un nombre adecuado para mí, animal, bestia son más acorde a los delitos que tuve que cometer y espero nunca más pronunciar, estando donde haya estado, lo que hice no tiene perdón, lo que hice fue indescriptible, en las noches aún despierto exaltado, sudando con sonidos de gritos y explosiones en mis oídos. Debo admitir que en ese terreno maldito un pedazo de mi murió, esto ya no es vida, nada será igual nunca más.

Fuimos crueles con nuestros propios camaradas, tan desesperados por ganar las batallas que ni nos deteníamos a tratar a nuestros heridos, los usábamos como señuelos, kamikazes. A estos los llamábamos "corderos bomba" y en su defecto si la herida era muy seria le dábamos fin a su sufrimiento, ellos eran llamados "palomas mensajeras" llevando noticias a Dios de que ya no vale la pena seguir viviendo en este mundo y sus creaciones se destruyen entre sí por un pedazo de tierra. Fue mi deber acabar con el sufrimiento de mi hermano, aún herido y muriendo un poco cada día sus ojos reflejaban pasión y coraje, ahora sé que mis manos estarán manchadas con su sangre por siempre, le di fin a la vida de la única persona que sabía porque estaba ahí luchando.

No apruebo el suicidio, no soluciona nada, no arregla los horrores de la vida sino que impide hacerla mejor. Pero en mi caso siento que ya di todo lo que pude dar, no puedo vivir muriendo dolorosamente cada día; vivir muriendo es una forma muy dolorosa de mantenerse. No quiero aportar nada, no quiero contar más nada, el hombre murió y la bestia no tiene hogar en este mundo apestoso a sangre e ignorancia. Odio verte llorar madre es por ello que no puedo verte a la cara, pero no te preocupes le mandare saludos de tu parte a mi hermano y juntos hablaremos de como ganamos esta guerra juntos. Tal vez debiste haber criado a una mujer.

Andrew Collins

Carta desde el infiernoWhere stories live. Discover now