Alegoría (Parte única)

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El joven que tiene delante se inclina respetuosamente, pero Baekhyun sólo lo mira con aburrimiento. Se endereza, deja una carpeta sobre el escritorio y suspira, como si todos los problemas del mundo estuvieran sobre sus hombros. El subordinado, notando el humor hostil de su jefe, traga nervioso y evita mirarlo directamente.

Baekhyun está en silencio, obviamente esperando que el sujeto hable, e incluso tarareando alegremente para sí mismo, viendo cómo su empleado trata de encontrar las palabras correctas. El olor del café, dando vueltas en la oficina, produce una ligera sensación de regusto amargo y se posa en su lengua con irritación, que se manifiesta claramente en el bello rostro de Baekhyun.

-¿Valora su tiempo? -de repente, él pregunta en voz seca.

El subordinado, sin esperar esto, visiblemente se estremece. Esto hace que Baekhyun frunza el ceño y comprima los labios para no decir nada superfluo. Estaba demasiado cansado este día, de la situación de su empresa, y de la mediocridad de parte de sus empleados, que tenían miedo de abrir la boca en su presencia. Baekhyun se pregunta mentalmente qué hace este hombre en su oficina.

-Si, señor. -el hombre asiente- Lo siento. -agrega, luego da un paso tímido y pone un trozo de papel maltratado frente a Baekhyun. La sensación de incomodidad entre ambos comenzaba a ser desagradable durante estos largos minutos. Baekhyun resopló brevemente, tomando el papel en su mano.

-¿Qué es esto? -pregunta, aún considerando al empleado con indiferencia y sin mucho interés.

El tipo, tragando saliva, se lamió los labios resecos y sonrió, tratando de depositar confianza en sus palabras. Pero Baekhyun sabe que nadie puede ayudarlo: quiere a alguien que cree una determinada imagen, más allá de los estándares que nadie podría alcanzar.

-La dirección del artista. -el subordinado murmuró rápidamente- Zhang dijo que estabas buscando un dibujante, y me pidió que encontrara al mejor para ti. -por un segundo su voz suena en un tono alegre, y un poco de orgullo se vislumbra clara e inequívocamente.

Baekhyun asiente ante sus palabras, sin molestarse en responder. El tipo, que obviamente esperaba por lo menos gratitud por el trabajo realizado, se congela por un momento y mira a Byun como si le debiera una gran suma. Baekhyun, desdoblando el pedazo de papel con el nombre del artista mal escrito y su número de teléfono, se recuesta en el respaldo de la silla, estirando las piernas debajo de la mesa. Parece olvidar por completo que había alguien más en la oficina: estaba tan interesado en la hoja de papel que le habían entregado. El joven, dándose cuenta de que el jefe no le daría nada a cambio, abandonó apresuradamente la oficina y dejó solo al pensativo Byun.

Todos tenemos ciertas rarezas, fetiches. En este caso, Baekhyun no era la excepción. A él le encantaba que lo dibujaran, experimentando un placer incomparable al apreciar el proceso, posando delante de los artistas, que dibujaban cada línea, cada curva y cada trazo, transfiriendo la belleza de su cuerpo al lienzo. Sí, a Baekhyun le gustaba que lo dibujaran desnudo. Pero aún no podía encontrar a alguien que pudiera entender lo que él quería ver. Cuando Baekhyun miraba los retratos pre-confeccionados, buscaba algo en ellos que necesariamente lo conectara con lo real, pero a menudo se decepcionaba. De sí mismo, del artista, de su visión en él. Baekhyun estaba en constante búsqueda, y se desanimaba porque no podía encontrar a la persona adecuada, la que pudiera comprender lo que quería. Esto comenzó a interferir con su vida, porque todos los días, Baekhyun se perdía en las imágenes trazadas, que eran insípidas y vacías.

Y ahora, miraba el papel arrugado sin mucho entusiasmo. Él había aprendido de sus experiencias pasadas, y no se apresuraba a regocijarse. Para algunos podría parecer extraño, pero Baekhyun sentía una gran desesperación, que presionaba su interior, y era algo que no podía erradicar en un día, una semana o un mes. Ha vivido así durante varios años, merodeando en una jaula que él mismo construyó, sin saber cómo salir de ella. Parece que la salida estaba en un lugar lejano de su conciencia, y que sólo podía encontrarlo cuando fuera pintado, con precisión, elegancia y suavidad.

Alegoría |  ChanBaek One ShotМесто, где живут истории. Откройте их для себя