Personal Jesus

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Tallaba con fuerza cada centímetro de su cuerpo, intentando inútilmente borrar las marcas que su vida pasada había dejado sobre su nívea piel. El agua estaba tan caliente que parecía que en cualquier momento entraría en punto de ebullición, pero para el ser que se encontraba bajo la ducha parecía tenerlo sin cuidado.

Después de casi tres minutos cerró las llaves y salió del baño sin secar las gotas de agua que seguían cayendo por su cuerpo desnudo. Acercó una toalla y la restregó contra su aún largo cabello para evitar que el agua siguiera mojando el piso.

Vistió una humilde camisa negra y pantalón de vestir del mismo color; aún no sabía cómo debía presentarse en Edale pero no quería parecer irrespetuoso presentándose ya con la sotana o la camisa clerical así que decidió que eso simplemente serviría.

Tomó su rosario una vez más e hincándose frente a la imagen en el escritorio realizó una plegaria silenciosa. Al finalizar esta y como por decreto divino la puerta de su habitación fue golpeada. Harry se incorporó para abrir y asegurarse que era el chófer enviado por la casa parroquial que estaba a escasos 500 metros de la iglesia. Dicho hombre lo llevaría hasta su camino a Edale, dejando atrás el lugar que lo vio nacer, crecer, pecar y redimirse para llevar una vida alejada de los vicios y dedicarse a Dios.

-Padre - saludó el hombre con un movimiento de cabeza - ¿solo es esto?

-Sí - respondió un poco confundido. Aún no era padre y el hecho de ser llamado así tenía un extraño pero reconfortante efecto en él - gracias - le contestó al hombre cuya mirada lucía un poco ausente.

El viaje no era muy largo pero la falta de música o plática con el servidor hizo que pareciera mucho más pesado de lo que era. Sus ojos verdes nunca se apartaron del camino; pasaba de lugares conocidos a otros no tanto, después solo árboles y carretera. En breve llovería y contrastaría con su estado de ánimo.

No era que Edale estuviera mal, de hecho, le emocionaba conocer el lugar y poder al fin convertirse en presbítero como se lo había prometido a sí mismo, era sentimentalismo puro el alejarse de todo lo que había sido.

No sintió el haberse quedado dormido hasta que abrió los ojos con pesar al sentir que el pequeño auto gris se detenía.

-Es aquí, padre - la última palabra volvió a provocarle incomodidad. Eso no era aceptable, se suponía que era eso exactamente lo que sería y no debía ser causante de desconcierto.

-Gracias - habló con su raposa voz mientras examinaba el lugar. Era bastante grande y tenía sentido porque albergaba no a menos de 70 personas incluidos los estudiantes y demás sacerdotes.

El lugar tenía una fachada un tanto lúgubre como lo había imaginado; roca en la parte de afuera, más de 4 pisos y enredadera que cubría casi toda la porción de los muros apenas dejando ver la cantera. La inmensa reja hizo un chirrido molesto al abrirse y dio aviso al sacerdote Amit que Harry había llegado. Se apresuró a abrir la puerta principal y se detuvo en el vestíbulo para darle la bienvenida. A su lado prontamente aparecieron los presbíteros Hadar y Vassago quienes ansiaban conocer a su nuevo compañero de casa y diácono del lugar.

-Buenos días, hermano Styles - habló con un leve tono animado Amit mientras el chófer ayudaba a bajar las maletas que llevaba Harry. Amit era un hombre aún joven y que no pasaba de los 50 años, podría decirse que era un hombre atractivo- asumo que tuvo tiempo de conocer al sacerdote Maveth durante su viaje.

Harry frunció el ceño confundido a más no poder para de inmediato sentir una oleada de vergüenza apoderarse de él. El hombre que él había pensado era el chófer era en verdad un sacerdote perteneciente a la iglesia.

Reach Out and Touch Faith [L.S] AU Larry!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora