El nuevo año entró pisando fuerte.
Tras nuestra conversación mañanera, después de la intensa fiesta de noche vieja, quizás todavía bajo los efectos de nuestra última copa, acordamos vernos lo antes posible.
Pocos días después yo estaba frente al bar donde tendría lugar nuestra primera cita, esperando nerviosa, metiendo y sacando las manos en los bolsillos de la chaqueta e intentando controlar, sin mucho éxito, el temblor de mis piernas.
Te vi aparecer caminando al final de la calle, alto y sonriente, y bajé la mirada instintivamente, buscando algún tipo de seguridad en el suelo mojado de la calle, deseando que me tragase la tierra y anhelando, al mismo tiempo, que llegases ya a mi lado.
He de decir que la cita fue un verdadero éxito, me contagiaste una energía que me llenó de felicidad y me hiciste reír en mil ocasiones, cosa que yo valoro muy positivamente. El único fallo es que no duró tanto como me hubiese gustado.
Te vi marchar del mismo modo en el que llegaste, caminando bajo la fría luz de las farolas en medio de esa tarde invernal, mientras mi cálida mirada seguía tus movimientos sin perder detalle, con una sonrisa en los labios y las mejillas sonrosadas, sintiendo un extraño calor por dentro en medio de la congelada calle.
Aterrizaste en mi vida como un regalo de reyes, un propósito de año nuevo para ser mejor, para crecer a tu lado como persona e intentar dejar un poco de lado mi desastroso pasado, en lo que a amor se refiere, y créeme, cumpliste a la perfección con tu función de regalo navidad, tan dulce como el turrón y tan ansiado como cuando se es niño.
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4 días
Teen FictionUn año, 365 días de una vida, que pasan tan rápido como cuatro y en los que cabe todo un siglo. Una historia de amor, juventud y nuevas oportunidades. Capítulos muy amenudo! Sígueme en insta: @lauritaasturias16