Mi Voz Escondida

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Mi vida nunca fue de lo mejor, siempre siendo acariciado por la soledad, y asechado por el abandono y el desdén.
Mi nombre es Tomas Rivadeneira y esta es mi historia.

Nací el 11 de Febrero del 2000, en Quito- Ecuador, de Padres divorciados desde que tuve 8 meses de nacido. Sinceramente nunca supe bien que paso y la verdad no me importa, crecí en casa de mi abuela a la que yo llamaba "Mama Ruth" junto con mi abuelo "Papa Roberto" y por ultimo mi madre "Beatriz", todos una familia supuestamente "feliz" ante los ojos de las demás personas, pero, la realidad es otra, Mama Ruth y Papa Roberto nunca se llevaron de la mejor manera, ambos dormían en habitaciones separadas, mi abuelo muy técnico y eficaz en una habitación bajo las escaleras, la cual conducía al patio de atrás donde tenía todas sus herramientas las cuales usaba para arreglar o construir alguna cosa que hiciera falta en el hogar, en cambio mi abuela muy creyente a todo lo que tiene que ver con la religión, ella tomo el cuarto de arriba la cual tenía una virgen pegada en la puerta, una habitación amplia con sus máquinas de coser en una mesa de madera, una cama de metal con los resortes oxidados y una notable falta de orden en la habitación, con cuatro biblias Católicas encima de su mesa de noche, un vaso de plástico lleno de resaltadores gastados y una Virgen de Papel ligeramente apoyada contra la pares con una vela enfrente.

Yo compartía el cuarto con mi madre el cual estaba alado del cuarto de mi abuelo, ya que era una casa de tres habitaciones, un cuarto pequeño con una cama negra de dos plazas pegada a la pared, diagonal a la cama se encontraba una televisión antigua la cual no funcionaba de la mejor manera pero ese televisor con el paso del tiempo se convertiría en mi fiel amiga, no había cortina solo una colcha de felpa verde oscuro colgada en el riel que estaba pegada centímetros arriba de la cornisa de la ventana la cual daba un cierto efecto de penumbra a la habitación, no importaba si fueran las doce del día o las doce de la noche, la habitación siempre se veía oscura, iluminada únicamente por un foco el cual solo dejaba visible las tenues manchas de polvo en las paredes las cuales nunca fueron removidas.

Una puerta de madera de color café que conduce a un pasillo corto donde se conectaba la habitación de mi abuelo, el baño, mi habitación y unas escaleras que conducían a la sala la cual tenían unos Muebles antiquísimos, encima de las gradas un espejo enorme de varios metros aproximadamente, en posición horizontal, al lado de la sala una cocina pequeña con el espacio únicamente para una persona, enfrente de la cocina un comedor circular de cuatro puestos, todo esto conectado por una puerta pesada y negra de metal la cual rozaba el piso siempre que se abría produciendo un sonido de bisagras oxidadas combinada con la raspadura del piso, un sonido alborotador, un sonido despreciable, un sonido que nunca podré olvidar.

Mi Voz EscondidaWhere stories live. Discover now