A la luz del Infierno (King Dice x reader) [ONE-SHOT]

Capítulo Único

Salió como todas las noches a eso de la 1 am, trabajar en el teatro puede ser mas agotador de lo que parece, aun solo siendo tramoyista.

La chica de pelo (C/c) se coloco el abrigo y salió dando saltitos, (T/n) era su nombre, la muchacha de 23 años de edad, tenía la costumbre de que apenas saliendo del trabajo iba a esperar a su amiga que se encontraba nada mas y nada menos que en el casino de Inkwell.

Al llegar ahí, siempre faltaba casi una hora para que esta saliera, pues su amiga, era camarera en el lugar.

(T/n) se instalo como todos los días en una banquita alejada de la gente, a ella no le gustaban los juegos de azar mucho menos sabiendo que quien controla lo que pasa en estos es el mismísimo Diablo.

La joven no solo se escondía por el bullicio de la gente, ella era bonita, se lo repetían constantemente, por eso la gente del lugar (borrachos y embaucadores principalmente) se le acercaba para intentar coquetear con ella, cosa que le molestaba muchísimo.

Parecía que la única persona de ese lugar que le llamaba la atención era un joven casi de su misma edad que vestía un traje morado y se paseaba por las mesas con mirada cautivadora, ¿Ya saben de quien estoy hablando?, efectivamente, el joven cara de dado King Dice era quien llamaba la atención de nuestra protagonista.

Dice era el gerente del lugar, y había vivido ahí desde los 17 años, aún para su corta edad el joven era un maestro en los juegos de azar, un Rey, de ahí obtuvo su título como 'King Dice'.

Pero bueno, (T/n) tan solo observaba pacientemente y desviando la mirada de vez en cuando para no verse tan loca, a aquel que la había cautivado ya tiempo atrás; recordó ese día con nostalgia, y una sonrisa se formo en sus labios.

***

Fue el día de su cumpleaños número 22, y para celebrar, sus amigos decidieron llevarla al casino al final de la isla. Ella nunca había ido ahí, conocía de su existencia pero la curiosidad nunca había sido suficiente como para acercarla por esos rumbos.

Eran un grupo de 7 muchachos, 7 jóvenes recién salidos de la escuela que ansiaban probar su primera gota de alcohol en el día.

Apenas entraron, un ambiente ruidoso, donde el olor a cigarro predominaba en cada esquina, así como ocasionales risas y hasta ruidos de desesperación fue lo que los recibió. Como era obvio, su primera parada fue el bar, donde una vez acomodados, pidieron, atragantándose de bocadillos y alcohol los minutos pasaron y estos parecían estar en una verdadera fiesta.

Aun así, la festejada apenas iba por la segunda copa de vino, y ya miraba aburrida a sus compañeros  tratando de hayar entretenimiento en las acciones de los demás clientes, fue entonces cuando una voz, no específicamente dirigida a ella, la sacó de sus pensamientos.

Uno de sus amigos conversaba con un hombre quizás un año mayor, este vestía un traje morado y tenia una postura perfecta mientras explicaba con una sonrisa poco tranquilizante lo que sonaba ser las reglas de uno de los juegos.

Aquello llamó su atención, en parte, por la introducción de una nueva voz a su entorno, pero mas en específico, que cuando su amigo se levantó del banco camino a la mesa de juego, aquel hombre se dirigió a ella.

- No quisiera intentarlo señorita

Este la miraba de tal modo que ella sentía que le succionaba todo el aire, ¿Cómo le llaman? ¿Amor a primera vista?