La pantera blanca

Prologo

Con la llegada de otro amanecer los animales se despertaban de su letargo y las puertas del zoológico donde estos residían se abrían para los trabajadores. Estos además de alimentar y preparar a los animales para las visitas preparaban el lugar para el público.

Un cuidador llamado Joseph se desviaba de su camino para saludar a como él llamaba su ¨cielo¨, que se trataba de una pantera albina con unos ojos tan azules que el solo mirarla quedabas embelesado.

Dicha pantera se encontraba, echada en un gran árbol que su hábitat tenía en el centro, con su típico carácter tranquilo.

La albina al ver a su cuidador favorito bajo con la gracia que la caracterizaba y se acerco en un trote impaciente hasta este para que la mimara tal y como estaba acostumbrada por él.

Con una pequeña risa un tanto extraña típica en Joseph la recibió con caricias y con una mirada de adoración. Su amor por aquella criatura era inmenso, para él era su salvación después de su problemático divorcio con su ex esposa, la quería como la hija que nunca tuvo.

El nuevo director tomo una decisión que a Joseph le entristeció muchísimo sabiendo que no volvería a verla más, claro que el aprovecharía el ultimo día con ella todo lo que su trabajo se lo permitiera.

La decisión era el traslado de su albina Aqua y su compañera de juego Cala a otro zoo.

Dejó de lado los pensamientos tristes al sentir las caricias de Aqua y el supo que ella presentía que algo pasaba con lo cual volvió a su semblante alegre que cabe decir solo ponía con su albina.

Pasaron un rato agradable jugando y cuando llego el momento de abrir al público Joseph se despidió de su tesoro para prepararse, ya que su trabajo también era de cara al público. Mientras que la albina se fue con su compañera para prepararse y mentalizarse de que otra vez tendrían ruidosos observadores que no dejaban de verla como si fuera un bicho raro.

Claro que tener el pelaje de diferente color era extraño y muchas veces la acomplejaba pero su amiga Cala y su cuidador Joseph siempre le decían que ella era preciosa por dentro y por fuera, que si había nacido con esa diferencia es signo de que nació para destacar, por lo que eso no debía de acomplejarla sino de sentirse orgullosa de ella misma.