Uno

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Un grito desgarrador hizo que Sans alzará la vista. Se había preparado para sentir el cuchillo atravesar sus huesos como siempre ocurría, pero... Frisk no se acerco a él, en su lugar cayó al suelo con un golpe sordo. Vio su sangre volverse un charco rojo en el suelo amarillo.

No estaba seguro de lo que estaba ocurriendo, pero decidió no quedarse para averiguarlo. Intento marcharse caminando hasta que escucho su nombre.

-S-Saaa... - La pequeña niña lo miraba desde el suelo. Estaba llorando mientras trataba de acercarse arrastrandose, empeorando sus heridas. -Sans...
 
-je...

El esqueleto la observo sin mucho interes, sentía cierto rencor. Tal vez, verla morir seria interesante.

-Sans...- susurro- perdóname

-eres muy cinica, niña... creo que ambos sabemos que eso nunca sucederá- se acerco a ella- pero, me gustaría saber, ¿porque el repentino cambio de roles?- Sans se inclino en el suelo, tomo el cabello de la niña y la obligo a levantar el rostro para mirarlo. -¡Vas a tener que contestarme, maldita perra!

-lo siento... -chilló -Lo lamento tanto.

-¡Eso no es una respuesta!- grito levantándose del suelo para apuntar a Frisk con su Gaster.

6 años después.

Frisk se levanto del pavimento, esta era la tercera vez en la semana que Sans se salia de sus cabales. En esta ocasión en especial la estaba corriendo de su casa, tan solo unos minutos después de que Papyrus se logro quedar dormido.
Había sido silencioso, le dijo que debía irse y cuando ella se negó, él simplemente la tomo de las manos y la arrastro hasta la calle. Él era muy alto y robusto en comparación, y cuando estaba enojado era mejor alejarse.

Frisk comenzó a caminar sin rumbo, sus padres creían que dormiria en la casa de los esqueletos, por lo que no tenia una respuesta para llegar tan temprano a casa. Suspiro y se resigno a ir a la casa de Alphys. Ella era la única consciente del trato tan "especial" que el esqueleto mayor le daba a la morena, y era la única capaz de fingir que todo estaba bien enfrente de él. Definitivamente, era la única que podría ayudarla.

-¿F-Frisk, que haces aquí a esta hora de la noche?- pregunto el reptil dejándola pasar a su casa- Hola, Alphys- respondió ella bajando la mirada.

-¿S-San- Sans te volvió a correr de s-su c-casa?

Frisk no tuvo que explicar mucho, observo el suelo y luego sus rodillas raspadas, hace mucho tiempo dejo de llorar por el trato recibido pero eso no quería decir que no le doliera. En realidad, su pecho siempre dolía cada vez que veía a Sans, o tan solo lo nombraban, incluso Papyrus, que siempre fue amable, la hacia sentir tan miserable.

Alphys la ayudo con sus heridas y después arreglo su sofa para que ella durmiera. Aunque el lagarto tendría trabajo a la mañana siguiente, ambas decidieron ver un poco de anime.

-Frisk, ¿por que aun n-no le dices a nadie lo que te ha- hace S-sans?- pregunto Alphys

Frisk pensó durante un segundo- lo merezco, Alphys... hice algo muy malo y Sans no puede perdonarmelo

-Eso no d-debería s-se-ser una excusa, Frisk. Lo que hayas hecho, el no lo arr-arreglará siendo un pa-patan

-no... y supongo que lo sabe, pero creo que no puede evitar odiarme

-eso es m-muy tragico... ustedes eran buenos amigos hace mu-mucho

Frisk volvió a bajar la mirada, respondió con un seco "si" y trato de cambiar el tema de conversación.

A media noche Frisk recibió una llamada, aun no podía dormir así que sin revisar el numero contesto el teléfono celular.

-¿Bueno?- pregunto al otro lado de la línea

Debería terminar aquí (Frisk/Sans) (Frans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora