Tener usted es un regalo. Hasta hoy pregunto a Dios, ¿qué fue lo que hice para ganarte? O mejor, ¿qué fue lo que el mundo hizo para ser bendecido con la existencia de un ser humano repleto de amor? Es que desde que llegó el mundo se hizo más hermoso y vivo. Tu sonrisa fue suficiente para que nunca más alguien se quejara de la tristeza. Usted ha venido combatiendo patrones y trayendo la importancia de sentir amor. A través de su coraje hizo que muchos creyeran más en sí mismo y en la capacidad de realizar todo lo que desean. Siempre dio mucho destaque a la seriedad de correr atrás y nunca desistir de los sueños. Por su causa, mucha gente volvió a mirarse en el espejo y gustar lo que veían. Y eso se debe a un ser humano que logró hacer que tuvieran más amor propio. Gracias a Dios que te tenemos para levantar nuestra cabeza y hacer valer cada segundo de nuestra vida. Gracias a Dios que te ha capacitado y te ha dado fuerza para soportar los tropiezos y nunca esquivar tu propósito. Usted es un ángel de Dios que vino para hacer el mundo mejor, y sí, usted lo hizo.
