Libros vacíos

934 212 123
                                    

Un pequeño e indefenso niño de apenas ocho años tocaba alegremente las teclas de un piano de juguete en su salón de clases.

—¡Deja eso! —Una alta mujer de cabello oscuro lo regañó arrebatandole el juguete.—Debes de poner atención Jeon.—Señaló el pizarrón en donde estaba escrita una oración.—Leé lo que dice ahí.

—"El pequeño canguro saltó alegremente"—La maestra frunció el ceño al oír la perfecta pronunciación de este al leer,no había ningún error.—¿Es todo? ¿Puede darme mi piano?

—¡No! A la escuela se viene a estudiar.
Guardaré esto. —Fue hasta su escritorio y guardó molesta el juguete en un cajón con llave.

—Pero... lo leí bien.

—¿Y? Es tu deber,el día de hoy te quedarás sin recreo. —Jungkook pataleó molesto y cruzó sus brazos, no había nada más que pudiera hacer, después de todo solo es un niño incapaz de poder quejarse.
Solo le queda acatar la órdenes de los adultos.

Los minutos transcurrieron y observó como sus compañeros salían con una sonrisa en su rostro y sus loncheras de dibujos animados.
Sus ojos se abrieron con sorpresa y tragó saliva al observar que su maestra se acercó con un semblante serio.

—Escribirás "Debo poner atención en clases" ochenta veces.—Le dio una hoja de máquina. —Rápido.

La mujer quedó boquiabierta al mirar que lanzó el lápiz al piso y negó.

—Esto ya es el colmo ¡Recogelo ahora mismo! —Jungkook negó.—Llamaré a tu madre,una suspensión es lo que te mereces.

—¿Suspensión? —Asintió la mujer alta.—¿Le parece razonable suspenderme por tirar un lápiz?

—Fue una falta de respeto hacia mi persona,soy una autoridad.—Jungkook rió.

—Una mujer frustrada y no conforme con su trabajo es una autoridad,vaya...

—¡Es suficiente! —Lo tomó de su suéter y lo llevó a la dirección.

Tal vez la forma de hablar de Jungkook fue un tanto "grosera", pero no era un niño tonto,tenía claro como son las cosas.

—Eso mismo director,se burló de mi. —El hombre de una avanzada edad se quitó sus gafas e hizo contacto visual con el menor,Jungkook nisiquiera se inmutó.

La puerta de la oficina de dirección se abrió,unos tacones sonaron tras los pasos de la mujer que se adentraba cada ve más con un semblante de preocupación.

—Buenos días.—La madre de Jungkook lo miró y este solo agachó la mirada. —¿Qué ocurrió esta vez?

—Jungkook no estaba poniendo atención en clases y me contestó de una manera demasiado grosera. —Anunció la maestra.—Usted sabe que en esta escuela nuestro principal objetivo es construir alumnos de excelencia, no podemos tolerar que...-

—No todos los alumnos son iguales. —Interrumpió Jeon.—Y pondría atención si tan solo sus clases no fueran tan aburridas,señorita Byun.

—Guarda silencio Jungkook. —Le ordenó su madre.

Esta fue la última vez que Jungkook le vio la cara a su tan odiosa maestra,la señorita Byun, que a pesar de ser joven era ya bastante amargada y con ideologías anticuadas.

Los años transcurrían y Jungkook jamás logró entender el pensamiento de todos los maestros que lo regalaban a lo largo de su vida académica.

—¡Joven Jeon! —Gritó el señor Park, un hombre que impartía las clases de cálculo en la escuela.

Libros vacíos-Jungkook OSWhere stories live. Discover now