Parte 1

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Él no lo entendía pero yo sí. Siempre te va a gustar que la persona que quieres sea feliz, es lo que más deseas, pero nadie pretende que sean felices pasando por encima de tí. Digamos que yo me siento un poco así, un poco frustrada y al mismo tiempo negativa, mirando por la ventana los critales empañados por los que discurren lentamente las gotas de agua de una llovizna otoñal. 

Apenas distingo las hojas amarillentas de los árboles de la calle, y con todo sigo mirando hacia un punto fijo sin saber muy bien por qué. Obvimante tienes que confiar en las personas, no puedes vivir actuando como si todos te fueran a traicionar, pero estaría bien que todas las personas llevasen un letrero encima en el que pusiera como se van a comportar contigo y si merecen la pena. 

Me siento rota y perdida, quiero salir y empaparme bajo la lluvia, quiero sentir algo nuevo, porque ahora mismo solo me siento triste, desconcertada, y a intervalos de tiempo inexplicables sé que me desespero, quiero destrozar el cristal que tengo delante, pero yo ya estoy destrozada así que he perdido la batalla. 

¿Por qué los hombres nunca se dan cuenta de que sus comentarios te hieren?

Parece como que si no creases una verdadera pelea ellos no fuesen capaces de dejar a un lado su necedad y escucharte. ¿Es posible que se hubiese cansado de mí después de todo?

Sé que en un principio no quería hacerme daño, pero ahora estoy en un diván rojo, tumbada a la altura de la ventana de cristal autocompadeciéndome cuando podríamos estar bailando bajo la lluvia, riéndonos de todo. Apoyo la cabeza en la mano, dejando el cuerpo apoyado sobre el brazo derecho, y volviéndome a perder en todo. 

Él me dijo que ella no era nada, me lo aseguró, estaba tan convencido cuando me lo decía que yo lo creía ciegamente. Me callaba todo para no empezar una nueva discusión, él me dijo que era un pasado, pero ahora los que tendremos un futuro separado seremos nosotros, no ella y él. 

Alicia Verdasco no era atractiva, ni inteligente, ni dulce, ni perfecta. Ella era la que permanecía como la incansable compañera en la clase de derecho, habiendo otras cien personas más en cada clase siempre ella y él, en la misma mesa, en los trabajos en todo. Javi me dijo que debía desconfiar de ella, que me había puesto verde detrás de él, pero lo descubrieron y él se tragó las primeras disculpas que ella soltó.

Alicia me conocía, me sonreía como una víbora cuando nos cruzábamos en la calle, me hacía una pregunta cortés para tapar un poco los malos sentimientos que tenía contra mí. Alex solo tenía que decir no. Es muy sencillo, tenía que apartarla, enseñarla que él quería estar con sus amigos y que ella solo era una amiga más, que no necesitaba estar con ella sentado en la misma mesa día tras día, que quería cambiar de compañero de trabajos o que solo necesitaba su espacio. 

Ella, estuviera donde estuviera Alex estaba detrás, le pedía favores, le pedí apuntes y tardes de explicaciones para sobrevivir a la facultad, él accedía, incluso Javi se percató de lo que me dolía todo aquello, pero Alex no, era tan bueno con los demás que ni pensaba en él. 

El día posterior al final del segundo año de carrera, en la cena, después de que nosotros llevásemos un par de semanas sin vernos él decidió emborracharse. Javi me pide perdón todos los días por haberme ocultado algo así, se disculpa una  y otra vez por no decirme nada mientras ambos acaban comiéndose a besos, y yo pensando que solo sería una juerga de amigos, sin nada más. 

Cierro los ojos, es como si todavía lo visualizara, él y yo, él de rodillas pidiendo perdón, diciendo que nunca más iba a ocurrir, yo llorando y Javi en el coche a unos metros, con la puerta abierta del vehículo sin saber hacia donde huir. 

Mi amiga Sara fue la primera que me quiso sacar de fiesta tras ello, pero lo peor es que esa noche nos encontramos a Alicia Verdasco y las dos lloramos juntas. A ella le había vuelto a ocurrir lo mismo, creía que Alex era alguien que nunca ha sido ni será, y borrachas en un portal dejamos que todo fluyera, acabamos a medio reír con el amanecer a punto. 

Me dice "vuelve"

Lo dice todos los días que nos encontramos, vuelve a pedir perdón, pero después de la herida vuelve a pasar lo mismo, porque si tú no cambias, no te cambiará el resto. 

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⏰ Last updated: Jun 07, 2018 ⏰

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