Más -adverbio de cantidad (Parte 1)

74 2 0
                                    


Realmente no podía dejar de sentir la presión en un día como hoy, en el cual no era capaz de comprender como era posible que fuera a cantar aquí, en el Bernabéu. Recuerdo perfectamente el día que nos dijeron que cantaríamos en el Palau y esa sensación seré incapaz de olvidarla. Recuerdo la euforia recorriendo todo mi cuerpo y también recuerdo Alfred saltando a mis brazos de la emoción y los dos no pudiendo dejar de sonreír por lo que significaba aquello. Pero es que lo de hoy es otra historia, es algo que no dejaba de ponerme nervioso a la vez que no podía dejar de desear que llegara ese momento. La única vez que me sentí así fue cuando echaron a Agoney de la academia, recuerdo aquel día sin problema. Y lo recuerdo sin problemas porque tenía a Nerea a mi lado, no llega a estar presente y no sé cómo me habría sentido. Recuerdo desear sostenerle entre mis brazos, querer besarle la frente y verle conseguir todo lo que se propusiera, y esa es la razón por la cual por mucho que deseara verle no podía permitir que no siguiera dentro.

Solo pensar en cómo se veía el mundo nada más salir de la academia es recordar la sensación de tener una roca gigantesca en el estómago, algo arrastrándome hacia una oscuridad absoluta. Haciendo que no pudiera dejar de escribir letras tristes, melancólicas e incluso de arrepentimiento. ¿Qué había hecho yo para no ser suficiente y no poder seguir en la academia? ¿Qué había hecho yo para que me aplastaran los sueños de esa manera? ¿Qué había hecho yo para decepcionar a tanta gente?

Pero aun así hoy estaba aquí con mis compañeros, con personas que habían aprendido a quererme y respetarme por encima de todo al igual que yo lo había hecho, mi pequeña familia. Personas como Ricky; quien me había dicho a mi que iba a ser uno de mis pilares actuales, apoyándome y sabiendo con una sola mirada cuando necesitaba un abrazo. Una persona que sabía perfectamente lo que estaba pasando entre él y yo y aun así no le asustaba seguir apoyándome a mí, sin dejar de apoyarle a él, incluso aun habiéndose llevado antes con él que conmigo. Una persona que me ha enseñado tanto de cómo ser libre y aceptarse a uno mismo con acciones diarias que me han ayudado a sentirme más cómodo con quien soy. O personas como Alfred que tienen un mundo interior increíble y una capacidad de amar y respetar digna de admirar. Alguien dispuesto a contestarme el teléfono en cualquier momento para preguntas como si un La menor o un La mayor queda mejor en mi voz porque es capaz de apreciarla y decirme sin tapujos que hace que mi voz brille más.

O Miriam, mi luchadora e intrépida Miriam, dispuesta a remover cielo y tierra para hacerse oír. Dispuesta a dormir menos que el resto para asegurarse que cada una de las personas que la rodean se sientan aclamadas y escuchadas. Una mujer increíblemente graciosa capaz de hacerte reír mientras te estas ahogando en un vaso de agua compuesto por tus propias lágrimas. O mi dulce y chiquitina Nerea, a la vez tan pequeña como una margarita pero radiante como el sol de agosto. Sensible pero sarcástica, pero sobretodo una persona atenta capaz de saber cuándo alguien necesita ser escuchado con tan solo mirarle a los ojos. Alguien nada disimulado  debido a que nunca ha tenido que hacerlo ya que lo que siente por las personas es lo que muestra, irradiando luz por cada lugar que pasa. O Mireya una chica sumamente guapa con un talento de otro planeta capaz de demostrar su valía con cualquier canción que se le presente. Capaz de saber que necesito solo con una mirada, y capaz de comprenderme con esa misma mirada. Una persona a quien he visto luchar por lo suyo con uñas y dientes a quien nunca se ha recompensado de forma gratuita sino que ella misma se ha ganado ese reconocimiento y recompensa con uñas y dientes. Siempre en tacones de mínimo siete centímetros.

Pero sobretodo conocer a la persona más importante de mi vida, la persona más dulce, más sincera y más buena que he conocido. La persona que me ha hecho sonreír de oreja a oreja con cada estupidez que ha dicho, que me ha hecho ponerme colorado sin saber bien por qué. Bueno, creo que puedo decir por qué; ya que todo va unido a como apareció me dedico una sonrisa torcida un dulce hola y con eso me compro absolutamente, podía hacer lo que quisiera que mis ojos no iban a poder perderle de vista. Capaz de levantar a un estadio entero haciendo algo lo cual parece sumamente sencillo pero es casi imposible de conquistar. Una dualidad digna de admirar, la persona más buena y cada vez que está a mi lado me agarra de la mano a la persona más sumamente poderosa que he visto nunca al subirse a un escenario.

Y si no puedo dejar de usar ese adverbio de cantidad cada vez que hablo de él porque es más de lo que nunca habría sido capaz de soñar. Y es que hoy, un día en el que están algunos de sus amigos aquí, su hermana y su cuñado; más que nunca quiero que se luzca como nunca antes lo ha hecho. Y no sé si puedo hacerlo, no sé si seré capaz de hacer eso en nuestro dueto porque siempre le digo que le bajaría el sol con mis propias manos si pudiese pero es que está vez es demasiado para mí, es intentar alcanzarlo y noto como me quema las manos. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 19, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

No te olvides de respirar | RagoneyWhere stories live. Discover now