¿Adiós es sinónimo de olvido? Yo creo firmemente que no.
En este mundo tan alineado y acostumbrado al deshecho constante de todo y de todos, no es sorpresa que una simple despedida sea causante de un inevitable olvido. Sobrecargados de emociones, prejuicios y exigencias, a veces algo tan natural como el adiós se cambia y se toma como algo triste, deseoso de ser evitado y sumamente postergable. Y lo digo yo, que tengo un síndrome de apego con algunas cosas bastante vigente todavía.
Puede ser difícil, muchas veces, pero con el tiempo he aprendido que adiós es crecer, y no el olvido. Porque, ¿como aprenderíamos sin memoria?
¿Como soy si olvido?
La naturaleza del adiós, entonces, no es mas que dejar que la despedida siga su curso. Que mute, que transforme, que madure. Porque sin despedirse, no se puede dar la bienvenida a otras cosas. La naturaleza del adiós es justamente, descubrir nuevos amaneceres y que algún matiz, tenga sabor a memoria.
Deseo que en ese adiós, aunque sea en silencio, queden detalles infinitos que recuerdes por siempre. Porque si cruzo fronteras y llego a la luna... que nuestro recuerdo sea eterno.
Bueno, espero que les haya gustado.
Esto no lo escribí yo, lo leí y me encanto pero no recuerdo donde ni quien lo escribió.
YOU ARE READING
Mi Rincón
RandomHola! Esto no es una historia. Hace un tiempo escribo algunas cosas sobre diversos temas, como pensamientos o puntos de vista. Va a haber cosas escritas por mi, otras escritas por otro persona (a las que voy a nombrar y dar crédito) con las que me...