Sexo Oral con Hormigas.

A quien no le gusta el sexo oral?

Seguro al 99,90% les encanta; pero soy el único y quizás el 1,10% que no le gusta, debido a que cada vez que lo intento, se me hace difícil, y me cohíbo de hacerlo.

En la habitación 550. Una suite, específicamente, me fui con El extraño. Hablamos en el mercado, algo casual, y terminamos a las 11 de la noche tomando unos tragos y hablando de cosas triviales, hasta que decidimos ir a un Hotel y pasar la noche allí. Sin mucho preámbulo empezó los besos, las caricias. Desabrocho su pantalón y me arrodillo, para meter su pene en mi boca. Lo observo antes, buscando alguna anomalía, enfermedad, algo fuera de lo normal, pero no, solo producía un olor a orina. Me lo meto en la boca, y succiono.

Empiezo a sangrar, por la nariz, empiezo a toser, escupo sangre en el abdomen del extraño, este se asusta le ha salpicado en su pene, este se aleja, ve mi cara hincharse, yo no dejo de toser, el hombre se viste, agarra sus cosas y se va. Yo entro en pánico tratando de levantarme, me apoyo de la cama y logro ponerme de pie, a continuación vomito, impresionado y sin entender, trato de levantarme para ir corriendo al baño, pero las nauseas son muy fuertes y continuo vomitando, hasta ver que el vomito se mezcla con sangre, caigo boca arriba al suelo, y yace mi cuerpo desnudo junto a la alfombra. En mi boca una pequeño lago de vomito y sangre empieza a esparcirse por mi boca, ahogándome. El olor a oxido se hace cada vez mas penetrante, No veo mi vida pasar por mis ojos, solo logro ver un recuerdo. Mientras voy perdiendo el aliento.

Cuando era niño, me encantaba comer en mi cama. Dulces, desayunos, cenas, y muchísimas golosinas, era un niño algo glotón, pero sin embargo no era gordo. Un día en la cama, me despedí de mi madre fui a acostarme, al rato de haberme acostado, siento que me pica la espalda, siento algo moviéndose en mi pie, yo me sacudo como si nada, esperando que se me pase, pero la sensación sigue molestándome. Cuando me levanto de la cama y prendo la luz veo como toda mi cama esta llena de pequeñas hormigas caminando sobre mi sabana. Caminando por mi almohada, noto que mi pie están subiendo sobre mi y me sacudo y voy hasta el cuarto de mis padres. Observo que todo esta apagado, que solo la luz del televisor, titilaba al fondo. Cuando entro y observo a mi madre, embarazada haciéndole sexo oral a mi padre, que acostado esta, con sus ojos blancos. Sin entender bien lo que sucede, trato de hablarle a mi mama.-Mamá... Mamá.... Mamá... -Le digo, con tono suave, y ella al voltea hacia mi, veo como su boca humedecida. Me observa avergonzada grita mi nombre, y yo aun sin caer en cuenta de lo que sucede, le digo.

-Mamá hay hormigas en mi cuarto.- le digo.-Ya vamos, ya vamos. -Me dice, doy la vuelta y observo la luz de mi cuarto, y voy directo a mi cama, apago la luz, me acuesto, me arropo, y trato de imaginar que todo lo que he visto solo ha sido un sueño, pero al cabo de 3 minutos encienden la luz. Entra mi padre y veo su pene aun sigue erecto delante de mi.-Que paso? -me preguntan.- En mi cama hay hormigas. -Veo que llega mi mama, algo despeinada, los observo como si nunca hubiese visto nada.

Sacudimos la cama, limpiamos y a dormir.

Casi ya sin aliento, ahogándome con mi propia sangre, ya falta poco, agonizando. Siento que algo me mueve y termino de escupir toda la sangre que se a acumulado en mi boca, Alguien me salvo, me cuesta distinguir la silueta, me quedo balbuceando. Recordando nuevamente que esta fue una de las tantas secuelas que dejo aquel trauma de niño, o fue solo los tragos que me provocaron tal alucinación. O solo otro de los intentos fallidos. Escrito por: Leonardo M. Ordaz