Aquí estoy deshaciéndome de máscaras, colocando al descubierto mi pena y agonía, susurrándole a mi almohada con voz cortante y casi desvanecida, el dolor que habita en mi alma por la ausencia y la dura indiferencia.
Cansada de luchar contra mi misma todo el día, queriendo que la noche llegara pronto para poder caer quebrada en mi habitación, dejando la falsa sonrisa y el amargo orgullo, para no mostrar mi tan despreciable fragilidad.
¿Qué es esta vida?; se ha convertido en ausencia, frialdad y prejuicio.
Mi mente me dice que no debo ser dominada por esto, pero mi alma hoy se minó, se rajó, se rompió, y soy inevitablemente testigo de cada pedazo que ha rodado por el suelo, y no tengo fuerzas ni voluntad para recogerlos y enlazarlos, protegerlos y ampararlos. Y ya que importa, el amor no me resiste, es como un verdugo que te punza, te tortura y te mata.
Lo acepto, es que yo te miro y ya no lucho contra la corriente. El amor es más fuerte.
No vas conmigo a mi lado, pero no me hace más débil, las heridas han sanado.
Tu sonrisa, como sol de medio día, así la quiero ver en todo tiempo, no te rindas.
No me puedes ver, no lo quieres hacer, qué más da, así tenía que pasar.
Soy más fuerte que ayer, como un roble estoy de pie.
Después de tantos tropiezos, ya no caigo...
El corazón no vacila, alma pura es lo que traigo.
Es que te miro, miro al cielo y sonrío, por que es más fuerte la voluntad de aquel que forjó nuestro destino.
Y te miro y sonrío, por que sigues siendo luz, aunque ya en otro camino.
CLAROSCURA PETICIÓN (24/05/18)
Estaba preparada para la muerte. Fue un gran susto, de momento, pero, en definitiva, estaba dispuesta a abandonar esta vida.
He muerto ya tantas veces, que la muerte física sería un premio; ya no más lágrimas, ya no más dolores disfrazados, ya no más esperas sin respuestas.
Pero aquí estoy, no sé si más viva, pero respiro, aunque respirar no es un sinónimo de vivir.
¿Soy un alma oscura?, tal vez, en un cuerpo que solo es un habitáculo, dejándose llevar para no permanecer inmóvil y oxidarse con el paso del tiempo.
Lo amo y duele, no sé a qué viene esto; siempre que escribo llega él, y duele y quebranta, me deja inútil. Su ausencia es amarga y cortante. ¿Acaso tiene tanto poder sobre mí?, porque cuando creo que lo he dejado atrás, se me adelanta tres pasos y lo encuentro en mí camino, como una imagen, como un aroma, como un pensamiento que se tatúa en mí mente. Podría desear un cuerpo, pero no podría amar otra alma que no fuese la suya.
Y rezo, por una vida, por un sueño, por una realidad.
Y rezo, por nuestras vidas, nuestro camino. Nuestro andar.
Y rezo, para no sentirnos solos, para apreciar la soledad, para por ella brindar.
Y rezo, para mirar al cielo, para creer, para confiar.
Los caminos se dividen, encontramos nuevos rostros, nuevos ojos, nuevos besos.
Dos almas paralelas, una distinta de la otra, ¿quién iba a imaginar?
Y rezo, para que ames de verdad.
Y rezo, para sonreír con tu felicidad.
Y rezo, para mirar mi alma y no verla desangrar.
Y rezo, para que el amor haya cesado cuando vea que vuelves a empezar.
Y rezo, para que Dios mismo nos tome de la mano y nos lleve a donde tengamos que llegar.
Y hoy rezo, para aceptar la voluntad de aquel que sabe más, aquel que me escucha cada noche, cada día, cada despertar.
