Kuromahi {QUIERO SABER COMO SE SIENTE}~Servamp~(kuro x mahiru)

Capítulo 1

Servamp no me pertenece, su historia y todos sus personajes le pertenecen a Strike Tanaka-sensei

POV MAHIRU

Shirota Mahiru, 15 años de edad, amo las cosas simples y odio lo complicado...... O al menos eso era lo que pensaba. Pero nose como, desde que recogí a un pequeño gato negro en un callejón, mi vida se ha vuelto cada ves más complicada, Aagh-suelto un sonoro suspiro mientras salgó de mis pensamientos y dirijo la mirada a mi alrededor.

Ahora mismo me encuentro en un pequeño tranvía que se dirige a mi próximo destino, estoy agarrado a una de las muchas barras del techo mientras que recibo múltiples golpes y empujones de las personas a mi alrededor, antes tenía un asiento entre toda la multitud, pero cuando una señora mayor se quedó sin el suyo, no me lo pensé dos veces y le di el mio. Después de todo alguien tenía que hacerlo.

Aparte de todo eso, una pregunta ronda mi cabeza, y es que ¿Como demonios he llegado a esta situación?

Pues si os digo la verdad, ni siquiera yo se la respuesta, aunque me imagino que todo empezó esta mañana cuando recibí un extraño paquete de mi tío.

El paquete era una pequeña caja color marrón que provenía de "Indonesia", el lugar actual donde supuestamente se encuentra mi tío, sin esperar más lo abrí y descubrí que para mi sorpresa ese pequeño paquete contenía nada más ni nada menos que una gran variedad de pescados envasados, tales como el salmón o el atún.

También había una pequeña carta que decía:

"Hola, Mahiru, ¿Que tal estas? te contacto para decirte que mi viaje por Indonesia esta yendo bien. También espero que te gusten los pescados, aquí en Indonesia hay muchos.

Pd: ¿Le podrías llevar un pescado a Hajime-san? Esta es su dirección: xxx xxx xxxx xxx xx xx

Gracias y cuídate mucho Mahiru.

Atte: Toru Shirota"

Sí lose, una carta muy simple pero mi tío siempre ha sido así, como el dice "Lo mejor es lo simple" Pero bueno. Total que por culpa de mi tío ahora me encuentro en este tren mientras me dirijo hasta la localidad donde vive Hajime-san (y no es que este excesivamente cerca que digamos)

Seguiría divagando en mis pensamientos sino fuera por unos golpecitos en mi espalda provenientes de mi mochila. Sabiendo ya quien es el culpable, abro la mochila y miro como el culpable saca su cabeza y me mira con esos pequeños ojos rojizos como si quisiera reprocharme algo.

-Mahiruu~, hace demasiado calor-dijo o mas bien se quejó mientras salía de la mochila y de un salto se depositaba en mi cabeza

En respuesta solo hice un ruido en señal de afirmación y deje que Kuro se depositara en mi cabeza, en cierto modo me sentía un poco culpable ,ya que había estado casi todo el trayecto encerrado en mi mochila.

-¿Falta mucho?

-No ya estamos llegando, solo será entregar el pescado a Hajime-san y luego volveremos a casa.

-No sin antes volver a estar siglos en el tren de vuelta una vez más... ¡Moriré! Soy inmortal, pero ¡¡moriré!!-dijo Kuro mientras se tiraba en mi cabeza de una forma muy melodramática.

-Kuro no exageres, además solo hemos estado aquí poco más de una hora-dije mientras me reía

-Eso en la vida de un gato es una eternidad, y pensar que ahora podría estar en casita con mis vídeo-juegos y mis papitas.

-Eso no es lo que haría un gato normalmente..., pero para compensarte, cuando lleguemos te compraré el sabor de ramen que más te guste, ¿vale?

Enseguida noté como se incorporaba encima de mi cabeza y asentía en señal de afirmación, casi al igual que su cola, que se movía alegremente de un lado a otro.

Así seguimos hablando de cosas monótonas y triviales, o más bien yo hablaba y Kuro me escuchaba, ya que para él es demasiada pereza hablar, aunque por desgracia me tuve que callar ya que la gente a mi alrededor no me paraba de mira, lo cual es muy normal, seguro pensaron que era algún loco que hablaba con los gatos o algo así...

Y así paso el tiempo, hasta que pude ver como el cartelito que nombraba mi parada se iluminaba en señal de que por fin ya habíamos llegado.

Sin pensarlo dos veces salgo corriendo del vagón donde me encuentro y no paró hasta llegar a la pequeña casa.

Me situó en frente de la puerta, poniendo mis manos en mis rodillas mientras mi respiración se encuentra jadeando por el esfuerzo físico de minutos atrás, después de quitarme el sudor de la frente me dispongo a tocar el timbre de la puerta. Y es que ¿Qué podría salir mal?

Continuará.......

(Notas de la Autora)

Espero que les haya causado buena impresión este primer cap, y sin más que decir, hasta el siguiente capítulo.