La choza solitaria

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Regresé temprano del trabajo a casa, la llamada de mi tía con malas noticias era algo recurrente en mi vida, ella era la persona encargada de avisar a todos los familiares cuando algo malo pasaba así que tome su llamada con seriedad, después de contarme sobre la vida en casa de mis abuelos y mis familiares cercanos, ella tocó el tema por el cual me llamaba, mi abuelo había enfermado gravemente, y su deseo era vernos. Desde hace meses no visitaba la casa de mis abuelos la cual se encontraba en el estado de Guanajuato, el ritmo de vida actual y mi trabajo en la Ciudad de México impedía el viajar lejos, pero esta vez era diferente, mi abuelo querría verme ahí y tendría que iniciar el largo viaje a verlo.

Preparé una improvisada maleta y avisé a mis compañeros del trabajo y amigos cercanos que estaría fuera de la ciudad por unos días y me preparé para el largo viaje, en el transcurso del camino sentado en un camión equipado con pequeñas pantallas que reproducían viejas películas de Hollywood no podía dejar de recordar las tardes platicando con mi abuelo, comiendo con mis tías o jugando con mis sobrinos pero al comenzar con mi trabajo actual me desconecté de toda mi vida con ellos, pensando en estos momentos el tiempo transcurrió de prisa y en un instante rápidamente me percaté que había llegado a mi destino.

Esta vez el camino me parecía un lugar extraño, completamente desconocido y veía el atardecer cambiar el color de todo el entorno y poco a poco contemplar como aparecía la luna en el horizonte, al mirarla recordé las historias que mi abuelo me contaba de pequeño, historias fantásticas de Brujas, Duendes y Nahuales, recordé muchas de ellas para no sentir el viaje tan aburrido, así pasaron varias horas hasta que por fin llegó la noche y comenzó el frio viento que soplaba y movía el follaje de los arboles, llegado a este punto de la noche pensé en quedarme a la intemperie a dormir para recordar los viejos tiempos, pasar la noche y temprano continuar el camino hacia casa. Preparé una fogata e improvisé un pequeño campamento.

Tomé mi mochila y la acomode debajo de mi cabeza para poder dormir, a punto de quedarme completamente dormido comencé a escuchar aullidos a lo lejos y pensé que por estos rumbos hay coyotes, solo fue un instante cuando vi a uno abalanzándose sobre mí, apresurado le lance la mochila y salí corriendo, el coyote se entretuvo un rato con la mochila y mientras corría lo más rápido posible, sentía que en cualquier momento me perseguiría y fue hasta que a lo lejos vi una luz diminuta, corrí mas fuerte sintiendo mayor por miedo por la oscuridad del camino, corrí y corrí hasta que aquella luz se convirtió en una cabaña.

Corrí hasta aproximarme a la entrada de la cabaña y a lo lejos el coyote no se acerco mas, desde la puerta de aquella casa se quedo parado, pero noté algo muy raro, aquel coyote se quedo parado cerca de los arboles apenas y se distinguía por la oscuridad, solo vi como hacía ruidos extraños y quede impresionado, de repente empecé a tocar la puerta de aquella casa al ver que el coyote jadeaba y lograba contemplar su horrible forma en la oscuridad, se acercaba a mi lentamente, toque con fuerza y me empecé a lastimar los dedos, se empezaron a llenar de sangre de mi desesperación al percatarme que aquella bestia se acercaba mas y de que no había respuesta alguna de los habitantes de esa casa, mientras tocaba escuche una voz muy fuerte y rasposa diciendo: ya van. De repente cuando se abrió la puerta vi una silueta extraña, un extraño ser estaba a mi lado, el coyote al verlo corrió despavorido y solo permanecimos nosotros dos a la entrada de la cabaña.

Al verlo solo pensé en agradecer su hospitalidad y el auxiliarme, por un momento me sentí a salvo así que pedí posada, mi acompañante me explico que no podía dejarme entrar a su cabaña a lo que yo respondí que podía quedarme en cualquier lugar. Fue cuando vi el gallinero y le dije si me podía quedar allí, él dijo que sí pero solo con la condición de que si oía cualquier cosa rara hiciera caso omiso a ello y sin importar lo que pasara, no debía mirar al exterior. Después de lo que había vivido instantes atrás y del miedo que había experimentado le dije que solo dormiría sin importar nada y que abriría los ojos hasta la mañana siguiente así que me dirigí hacia el gallinero para poder dormir y descansar de lo que ya había vivido por esta noche que sin duda era la peor de mi vida.

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⏰ Son güncelleme: Jul 24, 2018 ⏰

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