Girls like girls {Elmax}

01

«Vi tu cara

Oí tu nombre

Tengo que ir contigo» pensó Max desde el día en el que la tal "Eleven" había vuelto

Después de todo lo que pasó, después de 5 meses, era imposible sacársela de la mente

Estos meses su odio a Mike disminuyó así que eran mejores amigos. Mike creía que sería una buena idea presentarlas para que se hicieran amigas

Así que, frente a sus ojos, estaba a punto de volverá a ver otra vez. Mike acababa de tocar la puerta en código morse para que Hopper se asegurará de que no era nadie extraño

Hopper los recibió amablemente, estaba a punto de irse ya que lo necesitaban en la estación policial urgentemente

Hopper confió en que Mike protegería a Eleven

Así que sin más se fue

Entonces la puerta de la habitación de la chica se abrió dejando ver a la joven que no había dejado descansar la mente de Max

Algo en ella se rompió al ver la mirada de decepción de la contraria al verla a ella. ¿Por qué la detestaba? No le había hecho nada y ni loca saldría con Mike

—Hola Janny —la llamo Mike por su cariñoso apodo y esta corrió a abrazarlo

—Hola Mikey —dijo dulcemente mientras Max rodaba los ojos, la rizada se separó mirando a Max ahora —Hola... Eh...

—Max —dijo simple

—Max.

—Bueno, tenemos una nueva jugadora para el Monopoly —dijo sonriendo, qué raro, ¿no la odiaba?

—¿En serio? —hablaron al unísono Max y Mike

—Si, duh. ¿Qué tiene de malo? Vamos —la rizada jalo a la pelirroja suavemente del hombro dejándola totalmente confundida

Se adentraron a la habitación y pusieron el tablero y las piezas, acomodaron las cartas y Mike se dirigía a la cocina a buscar los Eggo's que Eleven le había pedido

—Oye ¿Max? Lamento haberme comportado tan mal contigo antes —su tono era sincero dejando impresionada a la pelirroja preguntándose si dudar o no

—Sé porque me tratabas así. Creías que te estaba "robando" o como sea que le dicen las niñas ridículas a estar con su novio. Para que sepas, cariño, yo primero muerta que estar con Mike —su tono era simple y firme, con una pizca de rencor. Max odiaba que juzgasen sin conocer a las personas, odiaba que las personas suponiesen debido a sus celos

El abrió un poco la boca avergonzada asimilando las palabras de la pelirroja

—La muerte debe ser horrible antes que estar con Mike —su rostro estaba horrorizado

—Oh Janny —dijo sarcástica recordando el apodo que le tenía Mike— es solo una expresión

—¿No era verdad?

—No, pero si lo fuese sip, prefiero estar muerta antes que con Mike

Eleven río y Max la siguió

La tarde transcurrió y como Max reinaba en casi todos los juegos, de arcade o de mesa, les "gano" en Monopoly

—¡Boom, perras! —exclamó al dejar a Mike en bancarrota y fue lo suficientemente a tiempo para que Hopper entrara y los escuchara

—Lenguaje

Max cerró sus ojos sonriendo avergonzadamente —mierda— susurró. Se giro lentamente para encarar a Hopper

—Les estaba contando la historia de un hombre que explotaba perras y cada que explotaba una decía "¡Boom, perras!" —sonrío descaradamente ante la excusa perturbadora

—Muy graciosa niña —la miraba seriamente y una sonrisa se comenzó a formar en sus labios— enrealidad si, muy graciosa —comenzó a reír ante la excusa

Entonces el ambiente incomodo se había ido igual que Hopper que les había indicado que en 5 minutos se fueran ya que anochecía

Mike se fue a la sala a guardar el juego de mesa en su mochila mientras Max estaba en la habitación de El

—Max, ¿podemos hablar por Walkie Talkie?

—Claro

La chica le sonrió y Max le había de vuelto una sonrisa

—Enserio me caes muy bien... Perdóname —su mirada era suplicante y sincera

De verdad, le caía bien la pelirroja. Le gustaba su sarcasmo, su cabello rojizo, sus ojos azules agua, lo badass que llegaba a ser. Tan solo la había conocido y le encantaba

Y Max nunca pensó caerle bien, pensaba que siempre la odiaría. Estaba viviendo algo que ni en su imaginación era tan perfecto. Estaba soñando despierta

—Pff, es lo que todos dicen —sus mejillas tenían un leve sonrojo

—Vamonos Max. Adiós Janny —se dirigió a Eleven para besarla y nuevamente Max rodaba los ojos asqueada. No los rodaría si fuese ella a quien besara, más bien estaría con los ojos cerrados disfrutando el momento

—Adiós, waffles —dijo Max despidiéndose con un beso en la mejilla tan leve que tuvo efecto en las de ambas colorandolas

Ahora Max y Mike se dirigían a sus casas. Definitivamente Max no dormiría esa noche