LA NIEBLA INFINITA

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La niebla infinita

Había tanta niebla que la vista se volvió azarosa, 

un aire húmedo y espeso hacía notar sus grandes ojos negros, 

una larga cabellera adornaba la cintura, gabardina esmaltada con botones plateados, 

una muestra encomiable de que el mundo le vale gorro.

Aún así me detuve un instante, como el tiempo inerte en el paisaje,

 paisaje de porcelana con lunares en los labios más rojos que había visto, 

mirada indiferente y reclamante de disimulo, que no estaba ni se acercaba, 

quieres una foto mía?... Frase suficiente para entender y despertar,

 pues no basta escuchar la música para entenderla, ni mucho menos transmitirla. 

El eco se vuelve silencio en el vacío, agaché la cabeza y seguí, con una mueca improvisada tratando de explicar mi desazón.

Vaya dulzura!!!... Que mujer más antipática, pensé en mis adentros, 

aun el agua más dulce se vuelve agria con una gota de ajenjo... ¡Belleza huera sin amor!... 

La plática de los tontos es más interesante cuando hay atención. 

Aun así maldita sea, ya era tarde, el virus hizo efecto, la infección calo hondo,

 el aroma lascivo que impregnó en el aire inundaba mi fosa nasal, 

su imagen repetía en mi mente como el tic tac de un reloj. Terreno pantanoso que no estaba dispuesto a recorrer, tome el café y volví a trabajar, o lo intente; los versos se entrecruzaron sin cesar, esfuerzo tan inútil cual rendija sin la luz. Experiencia fútil sin palabras, los espacios en la hoja se hacían cada vez más grandes, hasta el punto de rendirme, después de todo quien puede sentirse inspirado?.

Tomé mis cosas y me fui. Conduciendo sin prisa, o quizás a más de cien, ya no recuerdo pues no fui yo, no hasta llegar a casa, no hasta ver las fotos en mi pared, fruncí la ceja y suspiré, saque pecho y me sacudí, cincel a la piedra, y pluma al papel.

Las penas son grilletes de ociosos sin buscar, holgazanes sin provecho que se sientan a esperar, esperar la fantasía de un amor que no será, esquivo y errante cual alma en pena. Mi apetito de cariño se había reducido en migajas de almacén. El pulso obligado empezó a trazar garabatos, ideas burdas se habían apoderado de mi mente, ideas como: "Que más da si no hay amor" "Dolor de medianoche" ¿Quien escribe eso? el despecho se impuso en cada palabra, más improvisado que la pisca de sal en la comida de la abuela, rollo de papel al basurero.

Había tanta niebla en ese día que la vista se volvió azarosa,

 producto del viento cómplice que elogió su caminar, 

convirtiéndome en esclavo de esa risa angelical

No pude escribir coherencia, si se puede llamar así, no hasta verla en mi sofá, con sus bellos ojos fijos, dueña de la luna y las estrellas y de este tonto corazón. No escribí hasta tenerla, elixir mágico de inspiración, regocijo de este ser tan sencillo que perece y sucumbe en su esplendor.

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⏰ Last updated: Jul 31, 2018 ⏰

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UN CACHITO DE MI CORAZÓNWhere stories live. Discover now