CUANDO UN HOMBRE ALCANZA LA CIMA.

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"Subía con frecuencia al monte y a menudo oraba al señor, por lo que Él me manifestó grandes cosas."

Cuando tenía tan solo 9 años alguien especial me dijo:
"Lo más hermoso es cuando un hombre alcanza la cima."

A lo que le respondí con mucha curiosidad y un profundo deseo de saberlo dentro de mí: 

—¿"La cima"?, ¿Es ser rico? —claramente yo sabía dentro de mí que esa no era la respuesta correcta, pero no encontraba otra palabra, una palabra adecuada para lo que esa frase me hacía sentir.

Él me respondió:

—Un día te mostraré.

¿Qué debía mostrarme? ¿Tenía que verlo para entenderlo? ¿No podía simplemente decírmelo en ese momento?
Comencé a sentirme emocionado al imaginar lo que era eso que él llamaba "la cima".

Alguien como él, tan misterioso y amable, probablemente ocultaba palabras magníficas detrás de unas cuantas palabras, siempre lo hizo, pero en ese tiempo no lo entendí muy bien. Para él, admirar el cielo lleno de nubes y rayos de sol al medio día era satisfactorio, nunca opinaba nada o me comentaba algo, solo dejaba caer lágrimas, de alegría o nostalgia mientras lo veía con una sonrisa, nunca sabré lo que sentía.
Veía a los niños y reía, de felicidad o tristeza, nunca lo supe.
Solo lloraba, agradeciendo o extrañando algo.

Semanas después nos adentramos en una caminata de 4 Horas y media.
En el viaje yo solo veía árboles y rocas, tierra, plantas de las cuales no sabía sus nombres, y algunos insectos que me daban escalofríos; pero seguía sin entender lo que este hombre sabio quería mostrarme...

Horas más tarde, ¡vi nieve por primera vez! La tierra metros abajo, ahora estaba cubierta de color blanco. Parecía un sueño, nunca me imaginé que podría verla. Gritaba emocionado una y otra vez:

—"¡Hay que quedarnos aquí!"

A lo que el respondió cada vez con una cálida sonrisa:

—Aun falta.

Nunca supe si estaba harto de subir la colina o lleno de energía, pero su sonrisa me hacía sentir feliz cada vez más.

Con el caminar cansado de este hombre, sus cabellos blancos, arrugas, y manos temblorosas, seguía decidido a mostrarnos la cima de ese lugar. Quería mostrarnos algo especial, por más agotado que estuviera, pero en ese tiempo no lo noté. Quería enseñarnos algo espectacular, era lo único que sabía.

Al llegar a la cima después de tanto esfuerzo, frío, y hambre, nos explicó señalando hacia abajo:

—Lo alto de la montaña es lo más cerca que ustedes pueden estar de Dios.
El camino que nos trajo aquí es difícil, muy agotador, lleno de cosas que nos harían quedarnos en lugares que son atractivos, como un campo rodeado de nieve, pero al final la recompensa es grande, y podremos admirar toda la maravilla que nos impulsó a subir y sentir el gozo de haberlo conseguido. —fue lo que dijo con la misma sonrisa nostálgica de siempre.

Hoy después de 14 años que he vivido en este mundo, hicimos un recorrido muy similar de aquel día, por la misma montaña, con frío, hambre, y sed, hasta llegar a la cima.

Y recordamos esas palabras del que ya no estaba con nosotros, aquel que nos sacó lágrimas cuando aún tenía 9 años, que me enseñó lo valioso que era "la cima", a aquel hombre sabio...
Que era mi abuelo.

~•~•~•~•~

¡Hola a todos, algunos me conocerán, soy Mei Ivens, la escritora de este nuevo relato! ((⌒▽⌒)

Esta pequeña historia, es un relato inspirado en la historia del ya fallecido abuelo de Mario Trevilla García. No pude evitar sentir emoción al escribirlo, así que intenté relatarlo de la manera más sencilla. Espero y la lectura no sea tan confusa. ¡Nos leemos pronto en algún otro relato o una de mis historias más organizadas! (*'*)

Para finalizar, unas palabras de Mario:

Mi abuelo era una persona que quería estar en lo más alto para poder escuchar al Señor.

Su manera tan peculiar de amarnos, su cariño por nosotros de maneras tan sorprendentes, eran únicas.
Sus historias, nos transportaban a los mejores años de su vida y a imaginarnos en un lugar desconocido.

"A la rin quin quin, a la ran can can, con Quique no podrán~."

Esas siempre fueron sus palabras para decirnos:

"Voy a estar bien, siempre estaré bien".

En memoria de Enrique, un gran esposo, padre, y abuelo.

Cuando un hombre alcanza la cima. {FINALIZADA}Where stories live. Discover now