A SEIS MESES DE... ELLA ES ASÍ.

Ella es como el viento: impredecible, rebelde, desconcertante y, a la misma vez, tan necesaria para poder vivir. Si ella te da una caricia atesórala en lo más profundo de tu ser, pues nunca más volverás a sentir tanta energía emanando de la belleza misma.
Ella trae locura dentro, emociones y sentimientos plagados de intensidad, tal vez ahí radica su encanto, en esa fuerza que irradia de ese par de magnéticos y misteriosos ojos oscuros, los cuales gritan fuerte y sin prudencia todo lo que lleva dentro de sí.
Puede ser como la suave brisa de una mañana invernal de febrero, aquella que cuando toca tu piel te hace sentir tanta paz y felicidad que sientes que el mundo está a tus pies.
Y a la misma vez, en un instante, se transforma en un hermoso vendaval, dejando salir su esencia dual y paradójica.
Su cuerpo es perfecto, y no hablo de las características socialmente aceptadas, pues tiene tanta esencia y luz que se materializan y la hacen ver como una verdadera diosa digna de veneración.
Su inteligencia la hace lucir aún más hermosa; su elocuencia al hablar, la manera en cómo se expresa a través de las palabras orales y escritas, las cuales han dejado a más de uno hipnotizado.
Y por si esto fuera poco, lleva dentro un amor supremo, ella descubrió la sabiduría espiritual y se mueve conforme a ella, o al menos lo intenta al máximo, ella se sabe un ser espiritual y bendito.
Y si aún después de todo esto tú no la valoras, déjame decirte, querido, que es porque no estás a su altura.
Ella vibra en amor, comprensión, disciplina, sensibilidad y pureza. Ella eres tú.