사랑해.

654 71 0
                                    

Un hermoso Viernes cálido estaba llegando a su final. A pesar de ser el inicio de un fin de semana, NamJoon se encontraba trabajando en lo que sería el nuevo album del grupo. Realmente solo lo miraba por encima, ya que era la décima vez que lo hacía ese mismo día. Pero de todos modos, por nerviod, continuaba haciéndolo inútilmente porque en todad esas veces todo estaba absolutamente perfecto. ¿Qué podría estar mal ahora? Tal vez, algún paso suyo en la coreografía. Cosa que de todos modos, pasaría en algún momento. A pesar de haber practicado bastante, y haber mejorado, no era nada comparado a otros miembros. Sabía muy bien que mover su cuerpo de tal manera no era su fuerte. Pero no le preocupaba demasiado de todos modos, ¿Acaso realmente es importante que todo salga perfecto?

"Sí, lo es."

Pensó. Cosa que le hizo dejar caer su cabeza en el escritorio soltando un bufido pesado, demostrando el estrés que estaba teniendo. De un momento a otro, sintió a alguien tocar su puerta y dió un grito indicandole que pase, logró escuchar la puerta mientras levantaba la cabeza y miraba hacia la puerta sentado en su silla. YoonGi entró, para luego cerrar la puerta. Se acercó a él y se sentó en sus piernas, haciendo que el contrario le tomara de la cintura sonriendo. YoonGi pasó su brazo por detrás de la nuca del contrario, abrazándolo, y comenzando a utilizar el móvil en esa posición. A pesar de que sabía que al contrario prefería que las piernas del otro le abrazaran, no le disgustaba tenerle sentado. Soltó una suave risa, dándole caricias con los pulgares y recibiendo una mirada del otro, junto con una leve sonrisa ladina. "Adorable." Pensó NamJoon.

Así se quedaron. Por largos minutos, ambos estuvieron metidos en sus asuntos. Pero estaban juntos. Porque eso era lo complicado, todo lo demás no era nada comparado con tener tiempo juntos. Y así, uno de ellos se cansó de estar con su aparato, comenzando a darle besos en el cuello al contrario. Aquél chico, sentado en las piernas de otro, simplemente le daba tiernos besos en su cuello. Con pura dulzura y cariño. Y a pesar de que se intentara concentrar cada uno en sus cosas, no pudieron, ni quisieron, evitar terminar dándose besos, mordidas, caricias y diciendose palabras bonitas. YoonGi creía que NamJoon era la galleta de miel más dulce. Y NamJoon, que YoonGi era el malvavisco más adorable. Los dos eran cursis y emplagosos sin siquiera darse cuenta. Y pensar que toda esa cursilería de terminó al escuchar la puerta abrirse repentinamente, les dolía sin saberlo. JiMin había entrado sin avisar, y al solo ver la cabeza de Nam, y unas piernas colgando automáticamente se disculpó desviando su mirada.

Jimin soltó una sonrisa nerviosa, y comenzó a hablar. —¡No sabía que tenías compañía, Hyung! Te dejo, eh, luego vengo.— Cerró la puerta rápidamente provocando risas en NamJoon, y haciendo que el mayor en sus piernas le golpeara suavemente el pecho. —Cierra la puerta con llave, idiota.— El nombrado, le robó un beso en los labios haciendo que su "enojo" se fuera, aferrándose al más moreno de su cabello y profundizando poco a poco más el beso. Luego de su sesión de besos húmedos, el las manos de Namjoon comenzaron a aventurarse por debajo de las ropas de su hyung, notando como el cuerpo de este temblaba debido a lo mismo. Y de a poco, todo subió de tono.. Sin llegar a unirse, simplemente roces, besos y demás.

Pero siempre atesorarian este y cualquier momento juntos.

ʙᴇ ᴛᴏɢᴇᴛʜᴇʀ  ;; namgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora