Capitulo 1

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El plan estaba lleno de errores, en realidad yo nunca lo hubiese ejercido antes, pero mi mente ya no pensaba igual, ni mi cuerpo. Estaba terriblemente oxidada, fuera de condición para una misión como esta, pero aun así, les demostraría a todos quien era yo, la maldita loca desquiciada si miedo que asesinaría hasta al último monstruo que se le topara, la maldita asesina de la familia, a veces simplemente teníamos reputaciones que cumplir.

La tienda tenía grandes ventanales mostrando sus productos inútiles, todo para que llegaran personas comprando aquellas cosas. Mi familia iba entrando a la tienda en diferente tiempo para que no se sospechara nada, la noche casi los ocultaba todos con la madera que necesitaríamos.

El piso era blanco y terriblemente resbaloso, la sangre complicaría nuestros movimientos, la luz de la tienda blanca me irritaba los ojos, controle la respiración, iba hacer cosas horribles hoy, cosas muy asquerosas y yo no estaba en forma para eso, ni en mente ni en cuerpo.

Maldición, hasta mi prima la súper gorda ya estaba más delgada que yo y tres veces con más condición, tenía que hacer ejercicio y mucho.

Pase los escalones, vi al fondo las escaleras casa arriba que debía tomar, mis manos sudaron al imaginar lo que nos esperaría, estúpido plan mal hecho...

--¿Julia?

Una voz dulce me llamo a mis espaldas, me detuve en seco sorprendida por conocer la voz, y saber de quién era. Mi mejor amiga de la infancia. Me di media vuelta a la vez que sonría de la emoción, no podía creer, que ella estaba aquí. O tal vez por miedo.

--¿Katy? O por dios—era como verla cuando tenía ocho años, solo que más alta y como cien kilos menos, si, tenía que hacer ejercicio, su rostro seguía siendo precioso, su sonrisa seguía igual de brillante, y su carisma era igual de hermosa—no puedo creer que seas tú, es, no lo puedo creer.

A diferencia de lo que dirían casi todas las personas que me conocían ahora dirían que estaba fingiendo, aunque la verdad si era un auténtico estima que le demostré, la abrace con todo el cariño y todos esos hermosos recuerdos de nuestra infancia.

--Julia, dios mío, no puedo creer que te reconociera, mírate estas—me dijo Katy cuando me aleje y di una vuelta para ella... bueno ahora que lo pienso eso no era tan buena idea porque se daría cuenta de esa vestimenta tan rara que ahora llevaba—increíble, pareces toda una matona rellena.

--Bueno... digamos que se me han pasado las rosquillas, y amor el negro—me encogí de hombros quitándole importancia. —pero mira tú, estas que ardes. Si fuera lesbiana si te daba.

Tenía que irme pronto, la misión seguía en marcha, no podía dejar abajo a mi equipo y menos a mi familia. Diablos era un muy mal plan.

--ay no te pases, bueno sí. —se rio y yo con ella, no podía creer que las dos siguiéramos con el mismo sentido de humor. —estaba viendo estos juguetes, de cuando estábamos pequeñas.

Me enseño en el mostrador una cocina pequeña idéntica la que teníamos de niñas, rosa y con todas sus parte funcionales, los cajones tenían adentro comida y sartenes en miniatura, las flamas eran de papel, todo era hermoso, así había varias cocinitas pequeñas para casa de muñecas de distintas formas.

No puedo creer que incluso conversábamos de lo hermosas que estaban los juguetes yéndonos, como solo dos amigas que se encontraron en la misma tienda, todo como si fuese normal, pero yo no lo era.

A través del vidrio vi como una figura pasaba rápido, entrando a la tienda, su cuerpo se movía ligeramente raro, y cuando paso junto a mi percibí el olor.

Los EnfermosWhere stories live. Discover now