Bestiario 1: El Mundo Nocturno De Buohyector

Prologo

12 de abril, 2018

Hoy es uno de aquellos días en que lo único en lo que pienso, es en poder cambiar por completo mi vida, lo sé, es tal vez un cliché o una manera muy drástica de comenzar una conversación, pero sin duda, seria una de mis mejores decisiones, espera un momento y lo entenderás...

Yo como muchas otras personas alrededor del mundo, me he visto en la penosa necesidad de tener que elegir entre lo que amo y lo que "debería" hacer, hace algunos años, al terminar mi educación superior, me enfrente al dilema de todo chico y chica, ¿Qué debería estudiar?, por un lado mi corazón me decía que me dedicara a algo que amara y me apasionara, de ese modo sin duda alguna podría hacer siempre lo mismo sin aburrirme, esforzarme de mas o terminar odiando lo que hacía, pero por otro lado, mi familia me "aconsejaba" en tono de presión, a elegir una profesión mejor monetizada, ya que para ellos, lo mas importante era la estabilidad, cosa que es muy viable, pero que a final de cuentas, terminaría esclavizándome a algo que seguramente seria mi condena por el resto de mi vida.

Con el paso de los días y mientras mas se acercaba el momento de elegir entre una cosa o la otra, mi mente se iba aclarando, parecía no ser una decisión tan complicada el hacer algo grato para mi o el tener con que comprar cada capricho que se me ocurriera, pero desafortunadamente, algo con lo que no conto mi corazón, fue con el as bajo la manga que mi padre había guardado.

Aquella mañana en la que partía a la universidad, lleno de ilusiones y esperanzas, dispuesto a devorar el mundo tras abrir la gran y magnifica puerta del conocimiento, mis queridos padres me detuvieron en la entrada, algo que muy ciertamente, es inusual, ya que, debido a sus apretadas agendas y múltiples actividades, no hacían, el motivo, sencillo, se reducía a once palabras que conformaban la oración mas destructiva que cualquier soñador podría escuchar:

"¿Si no estudias lo que queremos no pagaremos tu carrera, entendiste? ..."

Esas palabras terminaron con mi sueño y me empujaron a tomar la opción opuesta de lo que había decidido, comenzando de esa manera con mi prometedora carrera de abogado, encerrándome entre cuatro paredes grises y tristes, que si bien no digo que la carrera sea mala o tenga algo en contra de aquellos que lo estudien, me entenderán si son consientes de que estudiar algo que no es de tu agrado, es tedioso sin más.

Tras cinco años de estudios intensos y teóricos que más bien me parecían de historia pues debes leer, analizar y aprender demasiado, me titule y salí al mundo, pero en ese preciso momento, me di cuenta de lo que había hecho, ¿qué haría en el mundo si lo único que había "aprendido" era algo que no me gustaba hacer?

Mi padre muy emocionado me invito a formar parte de su empresa y a integrarme a su firma de abogados, lo cual a muchos les parecerá algo atractivo y una oportunidad única que esperan en sus vidas, mas para mi solo fue una forma mas de controlar mi vida desde otro punto, sin mas que hacer y resignándome en darle algún sentido al haber estudiado eso, pues simplemente acepté y comencé a trabajar con él.

No todo fue malo, al menos no en ese momento, ya que allí mismo, encontré a aquella persona que sería mi complemento perfecto, al menos, por un tiempo.

La hija del socio mas allegado a mi padre era una novata al igual que yo, aunque a diferencia de mí, ella era una apasionada por las leyes y la carrera que había tomado, eso se notaba a leguas, ella casi siempre estaba al pendiente do todo lo que hacia falta y que para mi mala suerte, me correspondía a mí, aunque no puedo decir que ello me molestara, ya que debido a esto, ella pasaba muchísimo tiempo conmigo, ya fuera acompañándome, explicándome, aconsejándome o regañándome, parecía que teníamos un gran lazo, pues incluso nuestras peleas, parecían ser un juego de dos amantes, un instante estábamos bajo la presión de no entendernos y al otro con una simple sonrisa volvíamos a estar como si nada hubiera pasado.