Capitulo 1

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"Puedo hacerlo" me digo a mi misma mientras paso mis manos temblorosas por mi falda de segunda mano, "es tu única oportunidad" me recuerdo.

Siento la mirada curiosa de la elegante secretaria que esta detrás del escritorio, se que no combino con el lugar, con mi cuerpo redondo y largo cabello negro, no tengo ni una gota de estilo a como es necesario para trabajar en una empresa que se dedica a la moda, pero al fin y al cabo es la ultima oportunidad que tengo.

Mi madre falleció hace unos meses, llevándose consigo el poco dinero que nos quedaba, aduras penas sobreviví a los tormentosos meses tras la enfermedad de mi madre pagando las deudas que iban desde la luz de la antigua casa hasta los gastos funerarios por lo que sabía que tenía que conseguir pronto un empleo, pero tras semanas de tocar puertas había llegado por pura suerte a la puerta más impresionante que había visto en mi vida.

-Señorita Jones, puede pasar ahora- dijo con voz aséptica la extremadamente delgada secretaria, quizás era uno de los requisitos para el empleo en Magnifique, una de las más grandes empresas de moda de Londres, me levante y a duras penas me pude sostener sobre mis piernas temblorosas.

-Gracias- le respondí con timidez, tome mi bolso y me dirigí a la última puerta que esperaba tocar, suspiré, tome la fría manija y tire de ella mientras le pedía a Dios que me ayudara a salir de estas.

La oficina era un lugar grande y luminoso, quizás se debía a que la pared del fondo era de puro vidrio, donde se alcanzaba a ver unas impresionantes vistas del rio Támesis, el resto de las paredes eran de color blanco lo que contrastaba con los muebles negros que daban un toque minimalista y elegante de la habitación, miro el escritorio inmenso y detrás de el estaba el hombre más guapo que había mirado en mi vida, trague en seco.

-Buenos días señor White- dije con voz ahogada, sentí mis labios secos, pase mi lengua por ellos, el hombre me observaba con sumo interés, por lo que me quede paralizada frente a la puerta.

-Entra, cierra la puerta y siéntate- dijo con voz autoritaria y fría, me estremecí pero obedecí a sus palabras, me senté en la incomoda silla que se encontraba frente a su escritorio, el me seguía observando.

-Señorita Theressa Jones- me doy cuenta que pronuncia mi apellido arrastrando las palabras lo cual para mi sorpresa me gusta- veo que vienes por el puesto de ayudante personal- asentí en silencio- sin embargo, al leer tu curriculum y tus referencias me doy cuenta que nunca has tenido un empleo formal y te vez demasiado joven- tomó un elegante bolígrafo entre sus largos dedos y empezó a jugar con el.

-No soy tan joven- digo mientras intento no mirarlo a los ojos- tengo veinticuatro años

El sonrió. Algo que lo hace ver aun más guapo de lo que ya es, se que no lo he descrito, estoy muy nerviosa para si quiera detenerme a observarlo bien, aunque con su cabello castaño corto, su cara cuadrada y el hoyuelo que se le hace en la mejilla al sonreír, créanme, el es guapo y lo sabe.

-Eres muy joven- señala aun sonriendo- ¿tienes alguna idea de porque accedí a realizarte la entrevista a pesar de tu falta de aptitudes para desarrollar el trabajo? - pregunta en tono serio, lo miro a los ojos, son grises y son fríos, aun más que la oficina donde estamos.

- ¿Por tu madre? - respondo en tono de pregunta, cuando se que debería ser una afirmación.

-Exacto, ella me llamo preocupada, para hablar sobre que en su juventud solo tuvo una amiga que no la juzgo en el colegio la cual hacía pocos meses había muerto y que su hija la había contactado para pedirle ayuda- se levanto de la silla y empezó a caminar en mi dirección – lo impresionante es que, nunca había hablado de esa amiga con una hija pobre y lo aun más extraño es ¿Cómo mi madre conoció a tu madre si no pertenecen a la misma clase?- una vez más arrastró las palabras, me sonrojé.

-Se conocieron en el colegio- dije mirando mis manos maltratadas- mi madre estaba becada porque mi abuelo era profesor de matemáticas en esa escuela, al crecer mantuvieron el contacto por cartas- me atreví a mirarlo

-Ya veo- musito - ¿Y como esperabas que mi madre te ayudara? - se recargo en su escritorio, mirándome altivamente.

-No lo sé- dije con voz tímida- me sorprendí cuando a los pocos días me contacto y me dijo que mandara mis documentos a la dirección de tu empresa y que alguien se pondría en contacto conmigo, honestamente se que no encajaría aquí.

Mi ropa de segunda mano, mi aburrido corte de cabello y mi cara sin maquillar era la muestra más clara que no estaba hecha para trabajar en una empresa multi-millonaria de moda, claro, también debía mencionar que no tenía ni una idea sobre ropa y esas cosas, en su hogar nunca faltaba la comida, pero, la ropa siempre había sido de segunda mano y se estiraban para alcanzar a llegar a fin de mes.

-Esta claro que no encajaras aquí- afirmo- no tienes estudios universitarios y según se el último año te dedicaste a cuidar a tu madre enferma- ella lo miro con temor- pero le prometí a mi madre que encontraría algo para ti.

-Es usted muy amable- estaba luchando para que las lágrimas no se escaparan de mis ojos, no quería llorar frente a un extraño

-Créame, no soy nada amable- se levanto y se dirigió al ventanal- por su nulo conocimiento en lo relacionado al trabajo de oficina y por su evidente falta de sentido de la moda, no podría emplearla en mi empresa sin levantar sospechas- empecé a sentir nuevamente un nudo en mi garganta- pero al mirar que ha tomado cursos de cocina y que ha cuidado de su madre y de su casa en estos años, se me ocurre otro puesto de trabajo más acorde a tus habilidades señorita Jones

-No entiendo- digo mirando su ancha espalda cubierta por el traje que en mis escasos conocimientos sobre moda, me daba cuenta que costaba una fortuna y que estaba hecho a medida.

-Necesito un ama de llaves- dice mientras se gira para mirarme- es tu día de suerte Theressa, acabas de encontrar un trabajo.

Dejo escapar un suspiro, después de meses de angustia por fin tenía una esperanza, asentí, el me observaba serio.

-Muchas gracias señor White- dije mientras me ponía de pie

-Mi secretaria te dará los detalles que necesitas saber de mi, mañana inicias- dice sentándose nuevamente frente a su escritorio- y por favor Theressa, procura vestirte a cuerdo a tu edad y no como una tía solterona

Me sonroje mientras escuchaba como se reía de mi.

-Lo tomare en cuenta señor White.

-Dime Cedric- contesto con la vista fija en su computadora- al final de todo, pasaremos mucho tiempo juntos- sonrió de lado y sentí un escalofrío, y a pesar de saber que posiblemente mis problemas económicos se estaban por solucionar, algo me decía que estaba entrando a un lugar peligroso. 

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⏰ Last updated: Nov 06, 2018 ⏰

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Por tu amorWhere stories live. Discover now