Jamie era una de las últimas personas de las que yo me hubiera fijado, era todo lo opuesto de esperar en una chica, era conservadora y su fé era lo más importante para ella.
Me fui acercando de a poco y a la vez me fui enamorando. Al enterarme de que ella estaba enferma, intente hacerla muy feliz para demostrarle el amor que sentía hacia ella. Jamás la vi triste, siempre tenía una sonrisa en el rostro pero sin embargo sabía que algún día cercano ella partiría de mi lado pero siempre decía sin angustia << Landon Dios me tiene otra misión cuando parta>>.
Jamie no tenía ninguna complicación, ya que, su tratamiento sí le hacía efecto y es por esto que podíamos hacer muchas cosas de parejas normales ya que no sentía dolor.
Un día vi su lista de deseos que decía que le gustaría casarse en la misma iglesia que se casaron sus padres y eso fue exactamente lo que hicimos. Días después su propio padre nos casó y nunca olvidaré que los dos frente a frente tomados de la mano escuchando las palabras de su padre en el día más importante de nuestras vidas; las palabras que más le gusto a Jamie fueron <<El amor es paciente y noble, nunca es celoso, nunca es presumido, ni vanidoso y no se reciente el amor, no es placer en los pecados del otro pero goza de la verdad, dispuesto a disculpar, confiar, esperar y soportar todo lo que sea que venga>>.
Después de un tiempo Jamie queda embarazada, no tuvo ninguna complicación durante su embarazo hasta que por fin nació nuestro hijo llamado Bruno.
Ahora venía el momento, ver que estudiaría pero no fue complicado gracias a Jamie. Entre a la escuela de medicina porque ella hizo que me diera cuenta de que era lo que realmente me gustaba y que iba a ser lo mejor para nuestra familia, por eso nos tuvimos que mudar a otra ciudad.
Un día enfermó pero la carrera no impidió estar con ella. Con toda esperanza esperábamos que el doctor nos diera buenas noticias per se revirtió y dijo que no, que Jamie ya no respondía a los tratamientos y que no nos quedaba demasiado tiempo.
Estuvo mucho tiempo en el hospital llena de medicamentos para que no tuviera tanto dolor, pero jamás desistió, siempre luchando para estar con su familia y siempre nos decía a su padre, a Bruno y a mí que nosotros éramos su milagro.
Las enfermeras me contaban que después de irnos del hospital se quejaba mucho y que pedía a Dios que por favor se la llevara, ya que, no soportaba más pero cuando regresábamos no lo demostraba y se arrepentía de todos esos malos deseos, y seguía luchando sin mostrar debilidad ante nosotros.
Ella rogaba para que la lleváramos a casa porque ya no quería estar más encerrada en el hospital viendo todos los días las mismas 4 paredes y a las mismas personas enfermas caminando por el pasillo. Ella ya no daba más de ver todo el día lo mismo y no poder salir, pero había un problema por la condición en la que Jamie se encontraba, ella solo podía salir siempre y cuando estuviera con un equipo médico en casa que lo mínimo sería una enfermera tiempo completo y sus médicos que la han tratado todo este tiempo pero, lamentablemente, no teníamos el dinero para costear esto por lo que Jamie se puso muy triste.
Varios días después iba camino al hospital como era de costumbre a ver a Jamie, antes de ir a estudiar pero ella ya no estaba en su habitación; me imagine lo peor hasta cuando la vi caminando con su padre por el pasillo en dirección a la salida. Lo que pasaba era que la habían dejado regresar a casa resulta y que mi padre había corrido con todos los gastos para que de este modo Jamie pudiera estar más feliz con toda su familia.
Ella estaba muy débil, pasaron dos semanas maravillosas y después se fue de nuestro lado, su partida fue muy dolorosa pero fue lo mejor porque ya estaba sufriendo mucho así y alcanzamos a darle mucho cariño y tuvimos el tiempo para poder despedirnos.
El padre de Jamie regreso a su casa y le llevaba a su nieto cada vez que podía aun que no era muy constante.
Al terminar la carrera decidí volver al pueblo en donde la historia entre Jamie y yo había comenzado y tome la decisión de quedarme a vivir cerca de mi familia y de él abuelo de Bruno.
Te extraño Jamie y ahora camino por este pueblo recordando todos los hermosos momentos que vivimos juntos y quiero que sepas que nunca te olvidare ya que nuestro amor es como el viento, no se puede ver pero se siente.
