Unico

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Se iba a casar en cuestión de horas, pero allí estaba. Dejándose seducir por una mujer que no era su futura esposa. ¿Pero cómo resistirse a aquellos grandes ojos grises que lo veían como si fuera todo lo que necesitaba? Una respiración profunda tomo cerca el cuello de la chica, sentía perfectamente el olor de caviar y cigarros le resultaba jodidamente elegante.

Pudo escuchar una elegante risa, mientras ella colocaba sus propias manos en su cintura, pequeña fue lo primero que pensó tomándola con firmeza mientras ella le regalaba una expresión que no sabía si era una invitación abierta junto aquellos movimientos delicados y poco vulgares para su gusto.

--- Pareces muy perdido. --- Escucho aquella voz, sonaba tan sofisticada y hermosa. Negó lentamente en su dirección, subió su mano a la hermosa cabellera marrón oscuro y dio un jalón a ella ganándose un gemido, quizás lo más vulgar que ha escuchado en toda la noche cerca de esta desconocida mujer.

--- No soy paciente con los juegos. --- Comento roncamente acercándose a sus labios para degustarlos, movió sus caderas contra su feminidad, haciéndole notar su dura erección entre sus piernas.

Después de separarse a regañadientes por falta de aire, observaba el color rojo en sus mejillas. ¿Cómo mierda estaba perdiendo la cabeza por una desconocida? No estaba ebrio, en realidad podría decirse que ninguna gota de alcohol recorría su sangre; la cual parecía dominada por la bella doncella sobre él.

Volvió a sentir aquellos suaves labios sobre los suyos; gruño satisfecho, sintiendo como el interior de chica empezaba a humedecerse, dio pequeñas embestidas sobre su propio lugar, ganándose gemidos por parte de la chica donde aprovecho para darle un beso más vulgar hundiendo su lengua dentro de ella, dándose el gusto de comerla completamente.

Succionando su lengua, en un ruido silencio la vio separarse de él. La siguió con la mirada, observando como movía su pelo a un lado, dejando ver su espalda descubierta, sus manos picaron deseando tocarla; Se levantó del sofá donde estaba sentado.

Se sentía hambriento, y celoso de cómo sus propias manos al observar como bajaba el tirante de su vestido rojo. Se acercó con cuidado, posando su fría mano en la espalda de la chica, haciéndola temblar levemente. Le dedico una firme mirada empezando a besar su descubierto cuello, tomando el otro tirante para deslizar por su brazo con cuidado, sintiendo como aquellos bajos gemidos se colaban por su piel.

--- Hazlo si lo deseas. --- Escucho mientras mordisqueaba la piel de su cuello, canela, ¿Cómo podría una extranjera hablar perfectamente su idioma? --- Hazlo...

Y así lo hizo, la empujo con delicadeza sobre a cama, bajo sus propios pantalones, liberando su erección de sus boxers. No bragas, sonrió internamente, ella venía a seducir, ella sabía lo que deseaba.

Se acomodó entre sus piernas, hundiéndose en ella con rudeza, ligeramente celoso de quizás otro hombre podría tocarla. Los gemidos no esperaron en llenar la habitación. Apretó con fuerza sus caderas, mientras hundía su rostro tratando de ocultar lo sonoros gemidos que le estaba provocando.

Tiro de sus cabellos con fuerza obligándole a verlo, su piel sudando bajo su cuerpo, sonrojada y agitada por su culpa, mientras decía en balbuceos que no tuviera piedad contra ella. Quien diría que tan elegante chica podía provocar aquella imagen tan vulgar.

(. . .)

Park Jinyoung observaba la cama vacía. Repasando tranquilamente en su mente lo que había hecho; primero había accedido a celebrar su despedida de soltero en la mansión Wang, no bebió porque deseaba estar en sus sentidos, la música y la gente no faltaba la otra noche.

Un largo suspiro salió de sus labios, mientras sus dedos se posicionaban en ellos. Segundo, se había asfixiado del ambiente y decidió salir a tomar algo de aire a la terraza, y allí la vio. Jodidamente hermosa, mojando sus pies en la piscina, sin querer se sentía atraído y poco a poco fue acercándose; recuerda perfectamente como ella le regalaba una sonrisa, y después ver su traje ligeramente mojado.

Mordió su propio dedo, tercero y último. El termino aceptando su ayuda, en la mini cabaña que había atrás de la mansión, subieron en silencio; mientras el se embriagaba con el olor a caviar y cigarrillos. Ella secaba ligeramente su con su toalla su traje, y todo termino en ella bailando elegantemente en su pelvis, no desesperada e insegura como lo tendía a hacer su prometida, el solo recuerdo de ella le hizo hacer una mueca.

Y analizando el ahora, estaba semidesnudo, en la cabaña de los terrenos de su amigo, después de tener sexo toda la noche con una extranjera de perfecto acento elegante. ¿Por qué se sentía molesto de ser abandonado? Después de todo se casaría en cuestión de horas.

Un suspiro agotador abandono sus labios, levantándose para recoger su ropa con lentitud e vestirse.

( . . .)

Estaba recién casado, Jisoo se veía hermosa en su traje de novia. Más cualquier atractivo que tuviera antes hacia ella, había desaparecido para él. Se sentía tan hijo de puta e hipócrita, pero había sido algo de una noche. No volverá a ver a la chica, al menos solo en sus sueños.

Tomo un trago de tequila, acercándose a su esposa, quien saludaba animadamente a conocidos y familiares. Hasta amigos de la infancia.

Cerca de ella, tomo su cintura poniendo su mejor cara; su esposa cargaba una corona cual reina. Y él, en estos momentos era su rey, por lo cual debía ser amable, era un recién casado feliz.

Sintió los labios de Jisoo, mas no hubo algún efecto en él.

--- Jackson trajo a una chica. --- Ella comento sonriendo. --- Parece ser la indicada para él, nunca lo he visto tan colado por alguien.

--- Tendremos suerte si en verdad es su indicada. --- Comento sonriéndole amablemente, mientras seguía a su esposa a donde se encontraba la mesa de su amigo.

Llevo un poco de whisky a sus labios, dejando que este pasara por su garganta y quemara. Prácticamente se ahogó, observando aquellos hermosos ojos grises, alado de uno de sus mejores amigos.

En sus labios saboreaba una cereza con elegancia, mientras su cabeza estaba apoyada en el hombre de Jackson y este acariciaba su cintura despreocupado. Sintió a Jisoo golpear su espalda ligeramente.

--- Jinnie. ¿Estás bien? --- Escucho a hablar a su esposa con preocupación y sonrió indicándole que todo estaba bien. --- Creo que no deberías seguir tomando.

La voz de Wang salió en tono de burla por lo cual una mueca salió de sus labios, dejando el vaso en su mesa. --- Supongo, creo que he ya el alcohol me hizo efecto.

Jisoo inocentemente le regalo una sonrisa. --- Ella es Amaia. --- Señalo su esposa con brilles en sus ojos. --- Dijo que parecía una reina.

--- Lo eres. --- Contesto cortésmente tomando, con cuidado la mano de Jackson, jinyoung sintió por primera vez en años ganas de golpear a Wang. --- A Beautiful Queen.

--- Oh cariño, no seas modesta. --- Comento su esposa. —Youre like my killer Queen.

Aquella sonrisa en sus labios, esa maldita sonrisa que le decía que su esposa no podía tener mejor razón, pues prácticamente frente a él nuevamente ella había matado toda atención, y ganas de fingir ser un buen esposo.


Notas de Autor: 

                Lamento el fracaso en el lemon. Espero les guste. ¿Creen que deberia continuar?

Killer Queen; Park JinyoungWhere stories live. Discover now