El trato

8.3K 310 15
                                    

- ¿Que dé las buenas noches a quien yo quiera? ¿En serio, Alba? - pregunté mosqueada cuando la rubia y yo entramos en la habitación-.

- Sí, no sé, lo dije para que Mikel se quedara tranquilo al ver que le nombrabas...

- ¿Y no crees que le habría dado las buenas noches por mí misma si hubiera querido?

- Joder, solo intentaba ayudar. Después de estos días y de lo de la sala del piano, no quería que pensara cosas...

- Pues no me has ayudado nada. Ha sido un momento súper incómodo, la verdad.

- ¿Álvaro Mikel Álvaro? - repitió Alba las palabras que hace unos minutos había usado yo para dar las buenas noches a mi novio-.

- Es que ¡Madre mía! Ha sido peor que si no hubiera dicho nada... ¿Tú no te das cuenta de que no me gusta nombrarle si estás tú? - pregunté mirando a Alba fijamente y ella se quedó muda por un momento-.

- Yo... no quería incomodarte. Es lo último que quiero, Nat.

- Mira, ¿sabes qué? Creo que ha llegado el momento de hablar de esto - le cogí la mano y la llevé a mi cama, por suerte nuestros compañeros todavía no estaban-.

- ¿Hablar de qué? - preguntó Alba, sentándose en el borde de mi cama y yo puse mis ojos en blanco-.

- Pregúntame lo que quieras.

- ¿Qué... sentiste? - disparó tímida, con la mirada fija en los dedos de sus manos. Yo sabía perfectamente a lo que se refería-.

- Fue raro.

- ¿En qué sentido? - ahora me miraba atenta y yo me ajusté el flequillo antes de seguir hablando-.

- Confirmé lo que ya sabía que sentía - solté esas palabras y vi una mueca de decepción aparecer en la cara de Alba-. Que no era lo mismo. Bueno, más bien no era suficiente, o comparable... Me dio paz.

- No te entiendo, Nat - replicó Alba-.

- Me dio paz saber que él seguía estando ahí y a la vez me dio paz no sentir lo que sintió Sabela al ver a su novio, por ejemplo.

- ¿Qué quieres decir? - Alba cada vez entendía menos y yo no sabía hasta que punto o cómo explicarle mis sentimientos. Estaba siendo una conversación difícil, y eso era raro en nosotras-.

- Por una parte el que hubiera venido me reconfortó. Creo que es obvio que yo no le echo de menos como Miki a Helena o María a Pablo. Él lo sabe, me conoce. Aun así o, precisamente por eso, vino, estuvo allí para mí. Se lo agradezco mucho...

- ¿Pero?

- Pero ese beso supo a despedida.

- ¿Le besaste? - asentí y ella desvió un segundo la mirada-.

- Es mi novio, Alba. Era lo que teníamos que hacer. Y en verdad quería hacerlo. Lo necesitaba. Para mí fue un beso de "me alegro de verte y saber que me apoyas" pero nos miramos y espero de todo corazón que me entendiera.

- ¿Que entendiera el qué? - preguntó Alba y yo simplemente la miré-.

- ¿Y tú que sentiste en la firma?

- ¿Podemos no cambiar de tema? - me reprochó-.

- No estoy cambiando de tema, solo quiero saber qué sentiste tú - insistí y le cogí la mano, para acariciarle el dorso de la misma-.

- Sentí que tenía unas ganas inmensas de compartir contigo todo lo bueno que me estaba pasando - confesó y yo sonreí-.

- ¿Sí?

El trato | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora