Único

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-Realmente, ¿realmente debes hacer eso ahora mismo? -Murmuró Jimin, recostado observando a su acompañante, quien sonrió.

-Por supuesto que sí, pequeño. -Murmuró, mientras encendía el cigarrillo que sostenían sus largos dedos.

Era de noche, la luna llena filtraba la luz a través de las cortinas ondeantes del balcón. Estaba todo en penumbras, Jimin recostado sobre la mullida cama en forma vertical al colchón. Jungkook estaba entre sus piernas, observando largamente la luz emitida por el fuego.

Acercó el cigarrillo a sus labios y llenó sus pulmones del humo tóxico, para luego expulsarlo lentamente cerca del rostro de su acompañante. Jimin tosió un poco, pero no pudo evitar pensar en lo caliente que se veía aquel joven entre sus piernas, ambos aún vestidos. El humo cubría sus mejillas y hacía sus ojos oscuros verse aún más misteriosos.

Su corazón se aceleró ante la vista, a veces ese hombre era demasiado.

Cuando el pelinegro apartó el cigarrillo de sus labios, lo tomó de la camisa, y lo tironeó a sus labios. Jungkook rió entre besos pero no se quejó. Mordisqueó y lamió sus labios a consciencia, y deseó que su noche durara para siempre.

Abrió su boca y exploró la contraria con su lengua, su aliento una mezcla entre el humo y la menta, curiosamente cautivadora. Se separó cuando sus pulmones exigían urgentemente oxígeno, y observó la mirada burlona que le dedicaba el contrario, mientras acercaba nuevamente el cigarrillo y tomaba una larga calada.

Soltó el humo espeso en su rostro, y ni siquiera hizo una mueca de asco.

Lo puso entre sus dientes, y tomó su camisa. Su piel caliente y deseosa por las manos ajenas, picaba por allí donde podían sentirse.

A veces, Jungkook le miraba como si guardase demasiados secretos, justo como en ese preciso momento, en el que su dedo índice jugó con sus deseos más profundos al ir trazando el camino de los botones que iba soltando de su camisa, pero se forzó a dejarse ir, dejarse hacer por su acompañante. Abrió su camisa y expuso su pecho. Se sintió extrañamente tímido, deseó cerrar su camisa y poner sus brazos defensivamente contra su pecho, pero combatió la urgencia y observó el obvio deseo en los oscuros ojos.

Quiso besarle con tantas ganas, sus manos picaban por tocarle y lo quiso nuevamente contra su piel. Tomó su ofensivo cigarrillo de entre sus dientes con su dedo índice y corazón, y prosiguió a acariciar su piel expuesta con la parte que estuvo en sus labios.

Se erizaron sus vellos allí por donde lo iba pasando a la par que su columna se arqueaba, su respiración dificultosa. Jungkook tomó sus muñecas y las alzó sobre su cabeza, reteniéndolas, sus ojos evaluándolo.

Se lamió los labios y le dirigió nuevamente una mirada apreciativa.

-¿Te gusto? -Murmuró cerca de mi rostro, su camisa blanca insulsamente transparente, al mismo tiempo era un obstáculo y sus pantalones de jean oscuros eran una maldición. Quise arrancárselos, quemarlos.

-Es una pregunta estúpida, ¿no crees? -Le respondí, señalando que estaba entre mis piernas abiertas, y la tienda de campaña allí era evidente.

Me miró a los ojos por unos segundos y me dedicó una sonrisa rápida, antes de hundir sus labios en mi cuello, besándolo a su paso, dejando un rastro húmedo por allí donde pasó su lengua cálida por mi piel ardiendo.

Apreté las manos contra la colcha bajo mi cuerpo, tratando de controlarme. No debo tocar, me repetí como un mantra. Pero era más fácil decir que hacer...

Cuando sus labios se posaron en mi pezón izquierdo y empezó a trazar círculos con su lengua en ella, me mordí el labio y me tragué el quejido.

Only one night more - JiKook O.S.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang